Populismo y pandemia
SANTIAGO.- La pandemia que azota al mundo ha dejado al descubierto las debilidades de dirigentes populistas de discurso encendido y controvertida gestión.
Mientras Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desatendió las advertencias de los organismos de salud mundiales y las experiencias de otros países, llamando a seguir con la vida normal, Nicolás Maduro publicitaba "brebajes milagrosos" y medicamentos de dudosa eficacia. AMLO basa su popularidad en la cercanía con la gente y en su innegable prestigio de político no corrupto. Por eso se resiste a dictar medidas restrictivas severas, por temor al efecto económico.
En Venezuela, Maduro ha sido más proactivo en cuanto a imponer cuarentena en todo el país, pero, al igual que AMLO, envía apaciguadores mensajes a la ciudadanía. Ha declarado que se avanza en encontrar remedios para la enfermedad. Habló de un stock de 115.000 dosis de las ya tan mentadas cloroquina e hidroxicloroquina, al tiempo que lanzó medidas económicas para "proteger a la población". Las carencias de insumos, así como de protocolos específicos, afectan a casi todos los hospitales públicos, que tampoco cuentan con zonas de aislamiento.
Maduro enfrenta de este modo un complicado panorama para combatir la epidemia.
Hace unos días, solicitó al FMI un préstamo por cinco mil millones de dólares, que le fue negado, y ahora Estados Unidos presentó en su contra cargos por narcotráfico y lavado de dinero. Acorralado, asegura que todavía cuenta con el apoyo de Rusia, China y Cuba. Algunos dudan de que sea suficiente para mantener el control en una situación crítica.
El Mercurio (Chile)