Con vieja o nueva normalidad, las mujeres son las más afectadas
La pandemia ha puesto en suspenso la vida de todos y cada aspecto de nuestra vida social se ha transformado dramáticamente por la cuarentena. Pero mientras algunos arriesgan opiniones sobre cómo será el mundo cuando dejemos todo esto atrás, algo va quedando claro: con nueva o vieja normalidad son las mujeres las que más padecen y, aunque muchas cosas puedan cambiar, la brecha de género sigue ahí presente y tan fuerte como siempre.
Según un informe presentado por la Bolsa de Comercio de Córdoba a partir de datos de la Encuesta Permanente de Hogares, las argentinas están padeciendo más directamente que los varones el parate económico, ya que la inserción laboral de las mujeres es mayor en las áreas de servicios a las que más afecta la caída de empleos: restaurantes, servicios domésticos o educación, entre otros.
El estudio, del que informó el diario La Voz del Interior, señala que seis de cada diez mujeres se desempeñan en las áreas de actividades más golpeadas, mientras que en el caso de los hombres la proporción es de cuatro cada diez. Además, el 42,1% del empleo femenino en el país sufre doblemente: no solo corresponde a las áreas de la economía más golpeadas por la cuarentena, sino también a las de más de alta informalidad, sumado al hecho de que por la baja calificación de esos empleos no aplican para modalidades de teletrabajo adoptadas por muchas empresas.
Un estudio similar realizado por la consultora Grow, Género y Trabajo, demostró que los varones duermen una hora por día más que las mujeres, y le dedican alrededor de una hora y media más al trabajo remunerado (4,2 horas las mujeres frente a 5,6 horas los hombres). El trabajo analizó 825 respuestas entre el 1° y el 27 de abril. En relación a la asistencia de los hijos durante la cuarentena, el 47% de los varones consideró que los chicos realizan las tareas escolares solos, frente al 27% de las mujeres que piensan lo mismo.
Este mismo mes, dos investigadoras del Conicet, Paola Bonavitta y Gabriela Bard Wigdor, presentaron una encuesta realizada entre 550 personas sobre el empleo del tiempo en la cuarentena, que arrojó que en sus hogares las mujeres trabajan más y descansan menos que antes de la cuarentena obligatoria. Más de la mitad de ellas dijo sentir que cuidan de su familia las 24 horas del día y que duermen entre una y tres horas menos que las ocho consideradas saludables para un adulto. Las tareas que más tiempo les insumen, comentaron, son la limpieza de la casa y ocuparse de la cocina y de los más chicos de la casa.
El 50,5 por ciento declaró no contar con más horas de ocio y solo el 19% dijo haber tenido el tiempo necesario para realizar algún curso online.
Según las autoras del estudio, la cuarentena visibiliza la desigualdad persistente en el reparto de las obligaciones del hogar entre mujeres y varones. Una mirada coincidente con otro informe, presentado recientemente por Naciones Unidas, que alertó sobre el mayor y devastador impacto de la crisis del Covid-19 entre las mujeres.
Así es que la nueva normalidad solo pasa en limpio las brechas subyacentes: las mujeres siguen siendo las más afectadas, las que trabajan doble y sin descanso. Pareciera hasta simbólico el retroceso al confinamiento en los hogares, un rol del que tanto nos costó desdoblarnos y que ahora nos aprisiona hasta a la par de los compañeros más deconstruidos. A fin de cuentas, la cuarentena no hace más que poner de manifiesto las desigualdades profundas que aún persisten.