Maná del cielo
LONDRES.- La Biblia relata que el maná era el pan que Dios les enviaba a los israelitas todos los días, excepto los sábados, para que se alimentaran durante los cuarenta años que deambularon por el desierto. Al igual que el maná bíblico, esta casa ubicaba a horcajadas sobre un puente peatonal en una Londres desierta parece caída del cielo. Y, por lo tanto, también podría ser una bendición, ya que más de uno necesita una vivienda donde guarecerse en momentos en los que el mundo está viviendo otra cuarentena. Si bien su origen no es tan mágico, ya que se trata de una instalación creada por el artista surcoreano Do-Ho Suh, puede ayudarnos a poner en marcha uno de los ejercicios más inherentes a la imaginación: fantasear con algo o alguien que nos gustaría que apareciera de la nada. En definitiva, que se nos cumpla el deseo más atesorado. Aunque solo podamos plasmarlo con la creatividad.