Coronavirus: Cuando el fracaso es el éxito no deseado
El éxito suele llegar por vías impensadas. Y el resultado no siempre puede ser el deseado. El coronavirus parece confirmarlo.
Hace solo cuatro años Xi Jinping presentó "La nueva ruta de la seda", el mayor proyecto de desarrollo chino fuera de sus fronteras, destinado a lograr una inédita interconexión planetaria. Los primeros avances fueron tan exitosos como corresponde a un proyecto chino. Donald Trump es testigo y consecuencia. Pero nadie esperaba que la nueva China se conectara tan rápido y drásticamente por la vieja, a través del norte italiano, con todo Occidente. Ni hablar del supersónico arribo a la Argentina del funesto legado. Los dos siglos que tardó Marco Polo en inspirar a un tal Colón para encontrarse con América se redujeron a una docena de horas en clase turista de avión.
Ya lo dijo Churchill: "El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo". Todavía todo puede mejorar. O no empeorar. Lo advirtió Bertrand Russell: "Optimista es en la actualidad todo hombre que juzgue posible que el mundo no se eche a perder aún más".