Disturbios y tensión en las calles de Bogotá

BOGOTÁ (AFP).- Bogotá intentaba ayer recuperar su ritmo habitual después de su primer toque de queda en cuatro décadas, decretado tras los disturbios surgidos de una masiva protesta contra el gobierno de Iván Duque, que ordenó que militares y policías continúen patrullando las calles de la capital colombiana, mientras se volvieron a registrar disturbios en la céntrica plaza Simón Bolívar.

Soldados recorrían a pie, en tanques blindados y en motos algunos puntos del centro y del sur de la ciudad, donde anteayer hubo violentos incidentes que dejaron casi 300 detenidos. Por los mismos sectores circulaban ayer policías y escuadrones antidisturbios.

"Ese patrullaje es necesario, pero además se hace para darles a los ciudadanos tranquilidad y presencia", dijo Duque, tras afrontar el jueves movilizaciones de cientos de miles de colombianos en rechazo a sus políticas económicas, sociales y de seguridad.

Cerca de 13.000 uniformados custodiaron la ciudad mientras rigió la prohibición de circular, desde anteanoche a las 21 (hora local) hasta ayer a las 6, la primera desde 1977, cuando se ordenó por otro gran paro nacional.

El mandatario, que enfrenta un crecimiento de malestar social tras 15 meses en el poder, no precisó hasta cuándo la fuerza pública recorrerá Bogotá.

Duque afirmó ayer que en la noche del viernes hubo "importantes capturas" de extranjeros, cuya nacionalidad no precisó, que serán judicializados o expulsados del país. Por su parte, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, denunció que detrás de la ola de violencia había un "complot" y "organizaciones de alto nivel" interesadas en "desestabilizar" el país.

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