Ayer, por la mañana, a los 93 años, murió Abel Vicente Santana. Su actividad profesional estuvo firmemente unida a LA NACION, donde ocupó por muchos años altas funciones administrativas.
Había nacido el 20 de julio de 1926. Después de graduarse como contador público a los 21 años, Santana hizo el doctorado en Ciencias Económicas y cursó, posteriormente, en la Universidad de Columbia otro doctorado en Economía. Al regreso de los Estados Unidos, empezaría su activa carrera en LA NACION, donde ingresó el 4 de enero de 1960. Fue gerente financiero y subadministrador. Se jubiló en 1992, pero hasta 1994 integró el entonces Comité Ejecutivo del diario.
Es justo recordar que su padre, David Santana Pérez, fue también subadministrador de la empresa editora de este diario. Santana integró además el Comité Ejecutivo de Papel Prensa como representante financiero de S.A. La Nación hasta 1995, y en calidad de accionista, ocupó funciones en el directorio de Papelera Mitre.
Amante de los deportes, jugó al tenis en dobles hasta los 90 años. Había sido corredor de running en carreras de la década de 1970, nada menos que junto a Cooper.
Tenía predilección por la música clásica y era un lector ávido.
