Kellie Meiman Hock. “Hay una oportunidad para que avance el acuerdo Mercosur-UE”
Para la especialista en comercio exterior, el país debería enviar señalesde unión fuerte con Brasil en medio de la guerra comercial EE.UU.-China
Kellie Meiman Hock conoce bien Brasil: como representante comercial del gobierno de Estados Unidos vivió durante años en San Pablo, Porto Alegre y Recife. Y en su paso al sector privado –hace 18 años ingresó a la consultora McLarty Associates– usó todo su expertise en el bloque Mercosur para especializarse en América Latina.
De visita en la Argentina, dialogó con la nacion sobre la oportunidad que la guerra comercial sinoestadounidense y el enfriamiento de las conversaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea por diferencias de agenda le dan a la Argentina.
P–Hace poco se conoció que Brasil no está creciendo tanto como se esperaba. ¿Qué tanto debería preocuparse la Argentina?
R–La relación entre Brasil y la Argentina es muy similar a la que tienen Estados Unidos y México. Tienden a seguirse uno al otro. Diría que ciertamente la Argentina necesita que a Brasil le vaya bien. Creo que Bolsonaro está tratando de avanzar en reformas de jubilaciones e impuestos y está tardando más de lo que los brasileños esperaban. La visita de Bolsonaro a la Argentina este mes fue una oportunidad de mandar una señal muy fuerte a los mercados globales. Seamos honestos: el crecimiento no está bien en ningún lado en este momento. En un ambiente de desaceleración de la economía global, la Argentina y Brasil tienen que estar dispuestos a hacer lo que tienen que hacer, incluyendo la reforma del Mercosur para encontrar nuevas oportunidades en mercados globales.
P–¿Qué tan madura ve la negociación entre el Mercosur y la Unión Europea?
R–Estoy mirando muy de cerca la negociación, que está desde hace 20 años en conversaciones, a pesar de que se han intensificado en los últimos años. Estamos en un punto de inflexión en Estados Unidos en lo que respecta al comercio global y creo que eso brinda una oportunidad para que Brasil y la Argentina se hagan cargo de que el Mercosur avance hacia una agenda de apertura. Una buena manera de empezar es negociar con Europa. En este momento, Europa tiene una necesidad de encontrar otros mercados por fuera de Estados Unidos.
Tenemos una negociación con el bloque europeo, pero está congelada porque Estados Unidos quiere incluir la agricultura, y los europeos no. Cuando se hizo el esquema de negociación, no se incluyó a la agricultura en el documento formal. En cambio, ustedes están más cerca. Ahora el Congreso de Estados Unidos, que por nuestra Constitución tiene responsabilidad sobre el comercio, asegura que ni siquiera va a considerar el acuerdo si no se incluye a la agricultura. Eso creó una impasse en las negociaciones. Desearía que este momento de crecimiento más lento sea una oportunidad para que la Argentina y Brasil lideren el Mercosur, buscando otras oportunidades en el mundo.
P–Cuando mencionó que en la señal conjunta entre la Argentina y Brasil debería incluirse la determinación de "hacer lo que hay que hacer", ¿a qué se refería?
R–Creo que sería una buena señal mostrar que el Mercosur está interesado en seguir abriendo su régimen y en avanzar en las conversaciones con Europa. También me refiero definitivamente a las reformas, que mejoran el clima de negocios. Que los dos países digan: "Como las dos grandes economías del bloque, queremos asegurarnos de ser un buen lugar para invertir, de que tenemos previsibilidad y estabilidad".
P–¿Cómo evalúa la relación bilateral entre Estados Unidos y la Argentina?
R–Las conversaciones son por el biodiésel y los limones, siendo las mismas de hace 20 años, pero la relación bilateral está en un buen momento. De algún modo, la Argentina se benefició de la pausa del comercio entre China y Estados Unidos.
Si miras las exportaciones de poroto de soja hacia China, han aprovechado la caída de la afluencia de productos estadounidenses. La Argentina y otros países de la región se beneficiaron de esto. Por otro lado, nuestro presidente [por Donald Trump] está muy enfocado en déficits comerciales, y el hecho de que el comercio sea superavitario para Estados Unidos en la relación bilateral ayuda a la Argentina. Además, la Argentina ha sido un muy buen aliado en temas de gran importancia para Estados Unidos, como Venezuela, antiterrorismo y lavado de dinero.
P–En el actual contexto internacional, ¿qué oportunidades ve para la Argentina?
R–La comunidad agricultora latinoamericana entera, con Brasil, Chile y la Argentina a la cabeza, está beneficiándose por las exportaciones a China. Mientras tanto, en Estados Unidos vamos a tener que buscar un camino para resolver el conflicto comercial y no está claro cómo será. Mi visión es que, en lo que respecta al contenido de nuestras discusiones –que tocan la propiedad intelectual o la inversión en China–, hay mucho que los chinos están dispuestos a hacer hoy, así que creo que hay unos pasos que ellos tomarán que serán beneficiosos para todos los países que estén haciendo negocios con y en China. Cuando se trata de los temas más delicados para China, como los subsidios y las empresas estatales, mi opinión es que, a pesar de que a la administración de Trump le gusta la conversación bilateral y no multilateral, vamos a tener que entablar un debate multilateral. Espero que sea con la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero sin importar el foro donde se dé el debate, creo que la Argentina y Brasil van a tener un rol muy importante.
P–Algunos especialistas critican que Mauricio Macri haya buscado entablar conversaciones multilaterales en un mundo que tiende más hacia lo bilateral. ¿Ve un foco incorrecto en la estrategia comercial de este gobierno?
R–Creo que no puedes llegar a nada como economía a menos que seas multilateral. Si yo quiero una economía más competitiva y productiva, y solo estoy hablando de manera bilateral, voy a llegar hasta un punto. En cambio, si estoy creando un ecosistema más grande, ese ecosistema dará muchos más beneficios.