Un médico para nuestro teléfono
Ya no alcanza con ponerle una funda robusta o un film protector a la pantalla. Tampoco con sumergirlo en arroz cuando se moja o con apagarlo cuando la batería se calienta mucho por usarlo al sol. A nuestro teléfono ya no le alcanza con un servicio técnico: lo que nuestro teléfono necesita es un tratamiento médico.
Si ese rectángulo omnipresente pudiera hablar, sin dudas nos diría: "Estoy agotado, no puedo más. Me desbloqueás más de 220 veces al día, trabajo unas 18 horas por jornada, te saco cientos de selfies y otros tantos videos, todos en las "stories" son más lindos que yo, tengo la pantalla cansada de que la mires unas siete u ocho horas diarias. Abriste tres grupos nuevos de WhatsApp esta semana, no puedo seguir así. No soy yo, sos vos".
Y no se trata solo del tiempo de uso, sino de la calidad de este. Pero para comenzar con el tratamiento "detox" hay que hacer un buen diagnóstico. Para esto, los dos sistemas operativos más usados, el iOS de Apple y Android de Google (lo usan ocho de cada 10 argentinos) ofrecen desde este año información sobre cuánto tiempo usamos cada app. En Android se llama Digital Wellbeing y en iPhone Screen Time. Si todavía no tenés la actualización, podés bajarte Quality Time para Android o Moments para iOS. Aviso: es un golpe fuerte ver que un día pasaste 2 horas en Instagram, 3 horas en WhatsApp y 1 en Twitter, mientras que no tuviste 20 minutos de tiempo de calidad con tu familia. Le pasó a una amiga.
Plantear una dieta digital de shock puede generar un efecto rebote, por eso lo que hay que empezar a armar en un plan completo de bienestar digital a largo plazo, más que usarlo menos tiempo.
Primera decisión importante, andá a configuraciones e invertí unos minutos en apagar todas las notificaciones que puedas. Revisá cada una de las apps que tengas instaladas y dejá encendidas las que necesites.
Esto quiere decir que el teléfono no te esté avisando cada vez que una app recibe alguna modificación o que alguien genere una interacción con vos.
También se puede elegir la prioridad o no de las llamadas telefónicas como los mensajes de WhatsApp. No tiene la misma prioridad la llamada de un ser querido, que el grupo de WhatsApp del club, o quizás sí pero que sea una decisión contestarlos y no una consecuencia del pedido constante de atención de nuestro teléfono.
En su nuevo libro Make Time (Currency, 2018), los escritores creadores del newsletter Time Dorks y ex googleros Jake Knapp y John Zeratsky proponen sacar de la pantalla principal a las apps que son "piletas sin fondo", esas que cada vez que las visitás tienen algo nuevo para mostrarte: Instagram, Facebook, Twitter, Tik Tok, Snapchat y hasta WhatsApp también puede serlo, por ejemplo.
Que en tu pantalla principal solo queden apps que sean para hacer una sola cosa y para solucionarte algo, por ejemplo, mapas, taxis, calendario, llamadas, una app para saber cuándo llega el próximo tren.
Por otra parte, este año todas las principales redes sociales anunciaron nuevas herramientas de control para que los usuarios puedan tener un uso más reflexivo e intencional de sus productos.
Por ejemplo, podés configurar en Instagram un tope de tiempo de uso de stories, podés elegir que palabras, hashtags y emojies no querés ver. Un cambio relevante es la prueba que Instagram está haciendo en siete países para que la cantidad de "me gusta" (expresados en corazones) y reproducciones no estén a la vista de todos para evitar que los usuarios suban material por el sólo de hecho de ver la acumulación de aprobaciones ajenas. ¿Usarías igual Instagram si no llegan los corazones a la vista de todos a cada foto?
Android cuenta con el modo "Wind Down", para desconectarse, o el modo "Rutina para dormir", que permite mediante la voz configurar una alarma, apagar las luces, reducir el sonido de la música, escuchar el clima del día siguiente.
El Modo Foco permite seleccionar aquellas aplicaciones que los suelen distraer y silenciarlos. Para el control parental está Family Link, con funcionalidades que permiten configurar el contenido y el tiempo en pantalla, y así los padres pueden definir pautas digitales para el consumo de sus hijos.
¿Te animás a un poquito más? Antes de que termines de leer esta columna borrá una app. Vos sabés cuál. La propuesta subyacente a un plan de bienestar digital es que seas vos el que elija cuándo usás la tecnología y no al revés.
La paradoja es que cuando avances con el tratamiento médico para tu teléfono el que se va a terminar sintiendo cada vez mejor sos vos.
Sonido recomendado para escuchar esta columna: Entero o a pedazos, Catupecu Machu.