Guatemala fue a las urnas sin grandes favoritos a la vista
El país enfrenta problemas cruciales como la corrupción y la migración
LA NACIONGUATEMALA.- Guatemala acudía ayer a las urnas para elegir al próximo presidente después de un proceso electoral marcado por la desilusión y la desconfianza: el país centroamericano enfrenta, entre otros problemas cruciales, una creciente migración por culpa de la pobreza y la violencia.
Los votantes deben decidir entre 19 candidatos quién será el nuevo mandatario que dirigirá los destinos del país, a partir de enero de 2020, por los próximos cuatro años. Si el ganador no obtiene al menos el 50% más uno de los votos válidos, los dos que lleguen en primer lugar irán a una segunda vuelta el 11 de agosto, en la que triunfará el que obtenga la mayor cantidad de sufragios.
"Llamo a la paz y la armonía", dijo el presidente Jimmy Morales al acudir a votar y confirmar que se habían registrado algunos incidentes en diversas zonas del país.
Al ser cuestionado por los periodistas sobre el final de su gobierno, los niveles de corrupción de su administración y su decisión de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Morales explicó: "Puedo mirar a los ojos a los guatemaltecos y decirles que sigo siendo el hombre trabajador y honrado que conocieron en la televisión".
La Cicig es un organismo de las Naciones Unidas que en 11 años desarticuló más de 60 estructuras del crimen organizado y de la corrupción, en un trabajo conjunto con el Ministerio Público.
Morales también pidió a los candidatos que ganen que continúen los programas educativos, de refacción escolar y carreteras.
"La invitación a que continúen con lo bueno y se apliquen a solucionar los retos que tenemos enfrente", exhortó.
Más de 8,1 millones de guatemaltecos están convocados a las urnas para elegir al sucesor del impopular Morales, en una jornada en la que también se elegirá al vicepresidente y a más de 4000 funcionarios, entre ellos, alcaldes y diputados del Congreso y el Parlamento Centroamericano.
"Soy optimista, hemos trabajado duro [...] seré la primera mujer presidente" del país, dijo tras emitir el sufragio en la capital la exprimera dama y favorita para ganar la elección presidencial, Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
El segundo en las encuestas, el médico Alejandro Giammattei, del partido derechista Vamos, criticó el proceso electoral al calificarlo de "irregular" por la fuerte influencia de la Justicia, que suspendió varias candidaturas.
Para combatir la pobreza y corrupción, Torres -exesposa del presidente Álvaro Colom, que gobernó Guatemala de 2008 a 2012- propone reactivar programas sociales que implementó cuando fue primera dama y una política de tolerancia cero. En tanto, Giammattei ha ofrecido seguros de salud para menores y trabajos de medio tiempo para aumentar los puestos laborales, y mayor fiscalización en las compras del Estado.
El panorama electoral hubiera sido seguramente diferente si las dos candidatas con mayor intención de voto para la presidencia no hubieran sido impedidas de postularse por el Tribunal Supremo Electoral (TSE): la exfiscal Thelma Aldana y Zury Ríos, la hija del exdictador Efraín Ríos Montt.
Sobre Aldana pesa una orden de detención por peculado y defraudación tributaria. En el caso de Ríos, la Corte de Constitucionalidad resolvió que no podía participar en el proceso porque la ley prohíbe hacerlo a familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad de líderes de un golpe de Estado.
Atrás de Torres y Giammattei figuran varios candidatos con entre 8% y 9% de la intención de voto, entre ellos, el empresario Roberto Arzú y la izquierdista Thelma Cabrera, la única indígena que participa. El nuevo escenario podría darles más chances a aspirantes minoritarios a esos candidatos, así como al veterano político y diplomático Edmond Mulet.
"Aunque es seguro que Sandra Torres estará en segunda vuelta, parecería que la diferencia de votos entre ellos va a ser muy baja y eso hace que no sepamos con certeza quiénes van a pasar al ballottage", dijo Hugo Novales, analista político guatemalteco.
Pero lo que más preocupa del proceso electoral es que los carteles de la droga y el crimen organizado extiendan sus tentáculos por las alcaldías y los municipios donde suelen operar, e incluso por el Congreso. Guatemala es punto de tránsito para parte de la cocaína que viaja de Colombia a Estados Unidos.
Por primera vez en la historia, por lo demás, los guatemaltecos que residen en Estados Unidos podrán sufragar, aunque solo para presidente.
Fernando Barrillas, un ciudadano guatemalteco de 44 años, dice que "es necesario y urgente un cambio. Guatemala no soporta más". Barrillas votó en el municipio de Santa Lucía Milpas Altas, en Sacatepéquez, y asegura que los indicadores de país dicen que va en retroceso.
El diario Prensa Libre informó que la primera persona en votar fue Julia Sánchez, una mujer que sufragó en Silver Spring, en el estado norteamericano de Maryland. Sánchez inauguró el voto en el extranjero para Guatemala.
Unos 60.000 guatemaltecos podrán votar en las ciudades estadunidenses de Los Ángeles, Nueva York y Houston, donde se concentra la mayor cantidad de migrantes fuera del país.
Agencias AP, AFP y Reuters
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