Los esfuerzos de La Moneda por aplacar la protesta social se vuelven un búmeran
El presidente Sebastián Piñera dijo que muchos videos de violaciones de los DD.HH. son "falsos, filmados afuera o tergiversados"; un informe de big data generó burlas
SANTIAGO, Chile.- El presidente Sebastián Piñera está convencido: en el estallido social que desde hace dos meses sacude el país hubo injerencia desde el exterior. Primero, como una forma de dañar la institucionalidad -como sugirió Donald Trump en una llamada telefónica a su par chileno-, y ahora, como una maniobra de desinformación gestada desde el exterior e ideada para causar desorden.
Aquella tesis orientada a bajarles la temperatura a las protestas, y en medio de profundos cuestionamientos de organismos internacionales por la represión en la que incurrió el gobierno, quedó expuesta gracias a la viralización de unas polémicas declaraciones del mandatario, que afirmó que "muchos videos" de las violaciones de derechos humanos durante el estallido social son "falsos, fueron filmados fuera o tergiversados".
En una entrevista del 11 de diciembre y emitida el 15 por CNN en Español, el gobernante aseguró estar convencido de la intervención extranjera, fundamentalmente orientada a manipular el aspecto comunicacional.
"La campaña de desinformación, de noticias falsas, de montajes para crear una sensación de un desorden y de una crisis total ha sido gigantesca. En eso ha habido, sin duda, participación de gobiernos e instituciones extranjeras", expresó el jefe de Estado, en unos dichos que generaron amplia repercusión interna.
"Tengo la firme impresión de que aquí ha habido intervención no solamente de manos y mentes chilenas, sino también de otras fuentes", agregó Piñera.
Las acusaciones de la máxima autoridad generaron un sinfín de reacciones, que vinieron incluso desde el oficialismo.
"Estas declaraciones no ayudan, relativizan y dividen. Basta de eso, pero la culpa no es solo del presidente, sino de un grupo de asesores que día a día deben decirle que el desgaste sigue siendo la fórmula", dijo a LA NACION Manuel José Ossandón, senador del partido de derecha Renovación Nacional.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) también se refirió a la entrevista y desmintió de manera tajante al mandatario chileno.
"Los videos que hemos visto son en su inmensa mayoría verdaderos", dijo el presidente del organismo, Sergio Micco.
Informe cuestionado
Así, y en su búsqueda incesante de apaciguar el conflicto y disminuir las críticas que lo tienen con la más baja aprobación de un presidente desde el regreso de la democracia, el fin de semana se supo que desde el interior de La Moneda se solicitó un estudio de big data para monitorear a través de "inteligencia" informaciones disponibles en redes sociales que pudieran comprobar el mismo punto: la existencia de una "intervención extranjera" durante el estallido social.
Incluso el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, aseguró que le había entregado al fiscal nacional, Jorge Abbott, "información extraordinariamente sofisticada a partir de análisis con tecnología de big data" para colaborar con la investigación.
Sin embargo, y lejos del objetivo primario, los detalles del estudio de 112 páginas fueron ampliamente criticados por su falta de profundidad y generaron un debate sobre el manejo de la inteligencia del gobierno. Un grupo de académicos, además, reveló que no quiso trabajar con datos no estructurados de redes públicas.
Asimismo, surgieron numerosas burlas en redes sociales por algunos curiosos cruces de información que vinculaban, por ejemplo, a fans del género musical K-pop como protagonistas de las protestas, y de seleccionados chilenos de fútbol como Gary Medel y Claudio Bravo, y la cantante Mon Laferte, como parte de un grupo de usuarios influyentes.
"Se han utilizado mucho las redes sociales. Hemos hecho un estudio de millones y millones de comunicaciones a través de redes sociales. Muchas de ellas vienen desde fuera de Chile. La inmensa mayoría de ellas son para provocar más desorden, más manifestaciones, más descontrol, más desobediencia civil, y para perjudicar al sistema político chileno", explicó el presidente chileno en la entrevista con la CNN en Español, citando el cuestionado informe y sin enterarse de que después se transformaría en el centro de burlas y polémica.
Conscientes de la mala evaluación del análisis, la Subsecretaría del Interior finalmente emitió un comunicado en el que aclaró que el informe no había sido encargado por el gobierno, sino que "fue puesto a disposición de la Agencia Nacional de Inteligencia".
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