"He tratado de ayudarla. En el caso de las adicciones, el gran paso lo dan las personas que tienen esa enfermedad trátese de la comida, de las parejas, de las drogas o del alcohol. Después, uno puede acompañar en silencio", expresó el actor, en diálogo con Catalina Dlugi.
"Cada vez que yo veo a alguien que confiesa una dificultad, me parece que es una actitud sanadora y reparadora. Me pareció muy bien que hablara. Espero que salga de eso porque es necesario que logre curarse", agregó.
Luego, reveló: "Siento un amor incondicional y una admiración profunda por mi hija Agostina. Es la alegría de la casa; tiene una actitud de humanidad,de bondad y de ayuda hacia el prójimo que me emociona. Es un ser de luz que abraza, que se ríe, que llora, que se emociona y es un poco la luz de este grupo humano que componemos Claribel, nuestras dos hijas y yo".
"Agostina tiene una gran capacidad para perdonar, cosa poco común en el mundo y algo que tenemos que cultivar y expandir. Ella lo practica diariamente. Hablamos mucho, es una gran compañera. Nuestra hija mayor, Antonela, también es un ser maravilloso", finalizó.
