El dolor de Jorge Rial por un compañero que lucha por su vida
LA NACION
El conductor de Intrusos apuntó, una vez más, a la familia de la diva
Fue un día difícil para todos los que estaban en el piso de Intrusos, después de que Miguel Villar, una de las personas que más años hace que trabaja en el programa, sufriera un ACV. Conmocionado, Jorge Rial se encargó de comentarle al público lo duro que era ese día para todos.
"Va a ser difícil hacer este programa", explicó ni bien comenzó la emisión, mientras algunos compañeros lloraban. "Acabo de entrar y me falta Miguel del otro lado. Miguel está peleando por su vida, es nuestro asistente, amigo, el hombre que está hace 20 años".
Con su voz entrecortada, el conductor contó cómo era Miguel en el trabajo. "Es una buena persona que nos cuida a todos. Es parte de este programa desde el primer día, con idas y vueltas porque los asistentes van de un lado al otro. Él sabía cómo yo estaba de ánimo y de salud. Siempre se preocupaba por mí y me decía si me notaba mal o pálido", expresó.
"¿Por qué no te cuidaste?", preguntó mientras en la pantalla se veía una foto de los dos juntos. En el estudio, Daniel Ambrosino, Débora D'Amato y Ángeles Balbiani no podían contener las lágrimas y se los notaba quebrados.
En ese contexto, Rial explicó qué le había pasado a su compañero. "El viernes al mediodía tuvo un ACV en el canal, lo trasladaron rápido, lo internaron y está peleando por su vida en este momento. Los médicos ya hicieron todo lo posible, queda la esperanza", contó. "Qué se yo si es bueno, malo, si uno a esta altura sabe qué es lo que quiere realmente. Uno lo que querría es ver a Miguel acá y punto".
"Estamos todos desolados. Es un golpe muy duro para nosotros, es un tipo joven. Sigo hablando en presente porque vamos a pelear por la esperanza", continuó diciendo mientras le ponía garra a su discurso. "Este verano Miguel cumplió el sueño de llevar a su hija a Disney. Él me intentaba cuidar a mí, yo a él, y ninguno de los dos nos cuidábamos, creemos que tenemos la vida comprada y que no nos va a pasar nada".
El periodista lamentó un hábito que tenía su compañero. "Cuando se sentía mal, se iba a un costado y se prendía un pucho. Él creía que con eso se curaba todo, y no", dijo intentanto contener el llanto. "Este programa nunca va a ser igual. Nos falta un pedazo grande. Él sí era Intrusos, de verdad".
