"Estamos felices", contó la periodista en la mesa de Mirtha Legrand, antes de revelar un detalle un poco particular. "Cada uno vive en su casa, como fue al principio de la relación", confesó.
Ante la pregunta de la conductora, Viviana contó la dinámica que tiene con el padre de su hija. "Cuándo nos conocimos no convivimos, cuándo quedé embarazada tampoco, yo me hacía la moderna, con casas separadas. Después fui cero moderna y quise que vivamos todos juntos, pero fue un caos total", aseguró.
"Todas las noches dormimos juntos y hacemos vida de familia, pero el tema es durante el día, la convivencia. Él tiene una fobia terrible con el desorden y a mí nada me gusta más que ser desordenada. Tengo dos perras y él no entiende mi nivel de locura y amor con ellas", comenzó a enumerar. "Ya a los 60 no lo voy a cambiar", dijo casi sin darle importancia a este detalle. "Es el amor de mi vida".
Viviana también habló de la maternidad, y cómo no tuvo el deseo hasta el momento en que conoció a su marido. "Seguramente no estaba tan enamorada de nadie como para quedar embarazada. Alejandro me dijo que tengamos un hijo y yo me tomé unos meses, pero era más fuerte el amor", contó.
"La maternidad llegó cuándo yo ya estaba preparada, porque antes tenía pánico de ser madre", confesó la periodista. "A mí el momento del parto me daba terror por el dolor, porque me duele una cosa y hago mucho escándalo".
A pesar de todo esto, la llegada de su hija cambió toda su perspectiva sobre el ser mamá. "Es un milagro todo el proceso: tener un hijo, engendrarlo... Yo nunca me sentí tan bien en mi vida como en esos 9 meses, fui la mujer más feliz del mundo con Martina en mi panza, es una cosa extraordinaria".
