Nuevo neutro

Camel. El color de moda


Producción y estilismo de Florence Argüello

Fotos de William Kano

El beige deja de ser el aburrido de la paleta, se vuelve un poco más cremoso y pasa a ser el nuevo favorito. Es austero, funcional y contrastable

Se usa en un tono depurado, que bien puede llevarse en un total look tanto en un equipo indoor, bien relajado, como en un outfit de calle que se completa con un abrigo o unos zapatos con una estampa tenue. Los colores de este invierno le dan espacio y aparecen para resaltarlo en contraste, como el clásico negro, o para engamarse, del blanco u off white al marrón. Varía en una tonalidad que satura en un casi rosa y llega a un desaturado grisáceo. Dócil y maleable, fácil de llevar y combinar en un escenario ideal: un estudio de danza, en el que reina la monocromía y todo se destaca con muy buena luz.

Contraste

Y si se quiere romper con la monotonía, variar y destacar, el negro es la mejor opción con un abrigo con cuello símil piel (Paula Cahen d'Anvers, $13.995), que contrasta con un maxisuéter irregular en pico (Vitamina, $5400) y, a su vez, se muestra en contrapunto con la silueta elastizada de las botas (Aldo en Grimoldi, $4700); para completar, una riñonera de charol con cadena y aros (Prüne, $3590 y $398).

Lánguido

Sigue la monocromía con un juego de texturas a través de un suéter holgado con tejido de punto (Mishka, $4980) y un vestido de satén con cuello halter y lazo (Naíma, $9850), que se usan con snaekers con detalle de metalizado en plata (Blaquè, $3490).

Sastrería

El traje ahora se usa con polera y zapatillas. Y se arma en un conjunto de pantalón con un tapado debajo de la rodilla con lazo y el bitono beige-gris -una original dupla de color-, más un blazer abotonado debajo y un cigarette (Vitamina, $24.000, $6200 y $3900), y en lugar de la clásica camisa, se completa con una polera lisa (Giesso, $1496) y un par de zapatillas con detalles animal print (Nike, $4015)

Dancer

En este escenario, nada mejor que un look minimalista bien de los 90 con un vestido etéreo y un tapado tipo quimono en el mismo género (Naíma, $3950 y $5550), que se completa con abotinados de gamuza (Mishka, $6740) y un choker (Prüne, $798).

Oversized

Esta es una morfología que va bien con el tono, en una versión moderna del poncho, hexagonal y amplio (Paula Cahen d'Anvers, $6295 ), sobre una falda tubo con botones (Giesso, $9386), un par de abotinados de cuero en el blanco también en invierno (Mishka, $7480) y un collar con colgante de estrella (Rapsodia, $1790).

Sporty

Las prendas deportivas se convierten en un aliado para mostrar una variante del camel, en un estilo retro que se actualiza con el metalizado tecnológico. Campera tipo gamulán con símil corderito (Vitamina, $17.000), debajo está la campera paper touch (Nike, $3399), un pantalón en el corderoy de tendencia (Mishka, $4780) y la clave de las zapatillas blancas (Hush Puppies para Grimoldi, $3100).

Monocolor

Un total look impensado para un color que en otras temporadas se descartaba por apagado, pero que ahora permite crear un outfit elegante con un equipo de suéter y pantalón de morley melange, (Portsaid, $1390 y $1690), ballerinas en punta (Blaquè, $3590) y un choker (Prüne, $798).

Folk

Lejos de la fusión étnica y del estilo campestre, y más cerca de un folk urbanizado, actual y depurado, el camel da un touch tierra que se define con un tapado midi con bordado de flores, una camisa con volados (Rapsodia, $12.900 y $4500) y una falda blanca y larga con lunares (Paula Cahen d' Anvers, $8295), con un acento algo chocolate en los accesorios: botas de caña alta, cartera de cuero y cinturón (Prüne, $8990, $2290 y $898).

Asistente de fotografía: Celeste Russo. Asistente de producción: Julieta Dibner y Sofía Churrupit. Peinó y maquilló: Ignacio Mora con productos Schwarzkopf Professional para Estudio Olivera. Modelo: Daria Rachkova para We Love Models Argentina. Bailarinas: Lucía Hartvig, Nazarena Di Noto y Rocío Alcoba. Agradecemos a Estudio Domus Danza, domusdanza.com.ar

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