Lionel Scaloni pasó el dato y demolió su autoridad
A Lionel Scaloni le irrita perder el tiempo. A sus equipos, también. Prefiere convivir con el riesgo del error que protegerse en el confort de la posesión. Su propuesta apareció rápidamente en aquellos seis amistosos de su etapa interina: recuperación alta, ensanchar el ataque para desplegar hacia afuera al rival y verticalizar con velocidad. Atropellar al adversario hasta imponerse por demolición. Funcionó desde el sacrificio del ala renovadora, esos debutantes de colmillos afilados. "Si mi equipo puede llegar en tres segundos al área contraria mejor, porque cuanto antes llegues, al rival lo vas a encontrar peor parado", son conceptos de Scaloni. Nada más alejado que reunir la pausa de Lo Celso, Paredes y Guido Rodríguez en el medio.
- Fixture de Copa América: horarios, partidos y resultados
La idea de Scaloni reclamaba mucho esfuerzo. Un hombre de su confianza, se lo contaba así a LA NACION: "Si no te movés, es difícil superar al rival. Hay que crear ese desorden para atacar. Y después, saber que tenés que tener el compromiso para al menos volver a una posición. Para que esa estructura no flaquee. Es más, ya cualquiera viene y te falta el respeto. Cualquiera, solo con intensidad y actitud, te iguala el partido. Yo a los chicos de hoy les digo: ‘si ustedes no igualan en actitud y en intensidad al rival, van a sufrir. Es más, hasta estarán muy expuestos a perder’". Messi no corre, y todos lo aceptan. Es Messi. Pero que no corran uno o dos más, es casi suicida.
Particularmente Agüero, y Di María, no aparecían en los planes originales de Scaloni. Sus convincentes temporadas en Europa llevaron al entrenador a revisar la decisión. Pero fue breve la paciencia tras el debut con Colombia: a Di María le concedió 45 minutos, y al ‘Kun’, 79. Esta fugacidad certificó que el técnico no estaba convencido. ¿Tiene derecho a cambiar de planes? Desde luego, pero si su confianza era tan frágil que en un pestañeo los sacó del equipo titular, convendría ni haberlos llevado a Brasil. Era más genuino. Si, en definitiva, ahora Scaloni apostará por el ala renovadora, la que decidió arroparlo y pedir por su continuidad cuando vencía el ciclo interino.
Se podría haber evitado esta nueva turbulencia alrededor de la selección. Ahora los jugadores no esconden su malestar, especialmente porque el entrenador les adelantó a algunos medios la movida que preparaba. Solo demolió su autoridad. "La camiseta está por delante de los nombres, no hay nada por encima de la selección", dijo alguna vez Scaloni. Una saludable declaración de pertenencia. Casi una advertencia. El tema es que él no la protegió, ventilando sus decisiones.
Más leídas de Fútbol
En el norte. A qué hora juega Central Córdoba vs. Boca Juniors, por la Liga Profesional 2024
"Dos pájaros de un tiro". El Pacho Maturana del fútbol argentino: la cabeza de un DT revolucionario, de River a Boca
"Es un día triste". Qué dijo Carlos Tevez después de su último partido como técnico de Independiente