En febrero de 2017, el presidente Mauricio Macri y su mujer, Juliana Awada , aterrizaron en Madrid para una visita de Estado. Muchos recordarán la curiosa conexión de estilo entre la primera dama y la Reina que, estaban del mismo tono y con equipos de líneas idénticas. La coincidencia no sorprendió a quienes conocen sus gustos de moda: en sus guardarropas hay equipos monocromáticos (adoran el total red y el total white), algunos vestidos estampados, chaquetas de impecable sastrería y faldas plisadas.
Más allá de la sincronía fashionista, desde sus círculos cercanos aseguran que Letizia y Juliana se entienden de mil maravillas. Quizás tenga que ver con que son mujeres independientes (una forjó una carrera como periodista y la otra, como empresaria), son madres de dos hijas mujeres cada una (Letizia, de la princesa Leonor, de 13 años, y la infanta Sofía, de 11; y Juliana, de Valentina, de 16, y Antonia, 7) y están comprometidas con causas relacionadas con la primera infancia.
UN ENCUENTRO ESPERADO
Instalados en La Mansión (del Four Seasons), el lunes 25 los Reyes dieron inicio a su agenda oficial (termina el miércoles en Córdoba, donde inaugurarán el VIII Congreso de la Lengua Española). Acompañados por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , y su mujer, Bárbara Diez, participaron a las 10.30 de una ceremonia en homenaje al general San Martín, en la plaza que lleva su nombre, en Retiro. Fue el preámbulo para la bienvenida oficial que el Presidente y la primera dama les ofrecieron media hora más tarde en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada. Ese fue el primer duelo de estilo que terminó en empate.
La calidez del recibimiento, con abrazos, besos y sonrisas, habrá compensadoel contratiempo que sufrieron los Reyes el domingo a la noche, a su llegada al aeroparque Jorge Newbery, donde un imprevisto los obligó a esperar una hora para poder bajar del avión (más un "choque" contra el Tango 04, uno de los aviones presidenciales…).
Tras subir por la Escalera de Honor de la Casa de Gobierno hacia el Salón Blanco, las parejas protagonizaron el saludo oficial ante las cámaras. Luego, los cuatro se trasladaron al despacho presidencial y tras unos minutos, el Rey y el Presidente se retiraron para reunirse con funcionarios y diplomáticos de ambos países.
Juliana y Letizia quedaron a solas. Según trascendió, la Reina le contó a Awada sobre su compromiso con las enfermedades poco frecuentes: hace diez años que preside el acto oficial por el Día Mundial de las Enfermedades Raras, que se celebra cada 28 de febrero, y participa activamente de reuniones y eventos de Feder (Federación Española de Enfermedades Raras). También, le comentó que al día siguiente tendría un encuentro con autoridades de Aliber (Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras o Poco Frecuentes). Por su parte, Juliana la puso al día sobre el trabajo que hace en relación con la primera infancia, una causa que abraza desde que su marido era jefe de Gobierno porteño y le relató algunas experiencias sobre las visitas que realiza a los EPI (Espacios de Primera Infancia). Antes de partir a la Quinta de Olivos a almorzar, intercambiaron regalos: los Reyes le regalaron al matrimonio presidencial el libro La primera vuelta al mundo, un juego de cristal de jarra y vasos con el escudo de armas y un alhajero de Salvador Bachiller, y para Antonia, una selección de libros infantiles. Mauricio y Juliana les dieron un libro, Almas, ángeles y duendes del Teatro Colón, dos pares de zapatillas de ballet para la princesa Leonor y la infanta Sofía, un chal de alpaca confeccionado con telar criollo de Catamarca y un bolso hecho en Argentina.
JULIANA ANFITRIONA
El almuerzo en Olivos tuvo ese "calor de hogar" que Juliana buscó imprimirle a la residencia presidencial desde que se instalaron allí en 2015. Para la ocasión, Juliana pensó el menú y también decoró la mesa. Como no podía ser de otra manera, el plato principal fue una variedad de carnes argentinas a las brasas acompañadas con verduras de la huerta de Olivos. Según cuentan, la Reina –fanática de la alimentación saludable y los productos orgánicos– quedó fascinada con los vegetales que habían preparado especialmente para ella. A la hora del postre, hubo frutas y panqueques de dulce de leche. Si bien no tuvieron tiempo de hacer un recorrido por los jardines de la residencia, Letizia halagó los rosales en flor que pueden verse desde la entrada principal de la casa. Valentina (la hija de Juliana y Bruno Barbier) y Antonia no fueron de la partida, ya que estaban en el colegio.
DUELO DE NOCHE
A las 20.30, en el Salón de los Escudos del Centro Cultural CCK, el Presidente y la primera dama dieron una Comida de Honor a sus majestades. Entre los cuatrocientos invitados, estuvieron Mirtha Legrand (por especial pedido de la Reina, que sabía de su larga y exitosa carrera y quería conocerla), Mario Vargas Llosa (sin Isabel Preysler, que marcó un faltazo esta vez), Gianfranco Macri (el hermano del Presidente), el coleccionista Eduardo Costantini, María Kodama, Alejandro Bulgheroni, Miguel Gutiérrez –presidente de YPF–, Hugo Sigman, fundador y CEO del grupo Insud, Claudio Belocopitt, titular de Swiss Medical Group, Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio porteña, Santiago Soldati, Valeria Mazza y su marido, Alejandro Gravier, los tenistas Guillermo Coria, Agustín Calleri y Daniel Orsanic, los hermanos Pimpinela y Gabriel Corrado, entre otros.
A la hora de los discursos, el presidente Macri sostuvo que "en pocos meses los argentinos vamos a despejar todas las dudas que existen en el mundo y eso contribuirá a que muchísimas más empresas españolas vengan a trabajar en conjunto con nuestras empresas para desarrollar proyectos en beneficio de ambos países y comunidades. España y Argentina están más juntas que nunca en el mundo, comprometidas con la paz y el multilateralismo, y con agendas comunes en temas como el cambio climático, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado". El Rey, por su parte, sostuvo que "es mucho lo que Argentina y España pueden hacer y aportar" y remarcó la importancia de continuar fortaleciendo el plan de acción estratégico suscripto durante la visita de Macri a Madrid en 2017. "Argentina es una tierra hermana que alberga la mayor colectividad de españoles en el exterior, cerca de medio millón. No nos sentimos extranjeros aquí".
Argentina es una tierra hermana que alberga la mayor colectividad de españoles en el exterior, cerca de medio millón. No nos sentimos extranjeros aquí""
El menú, preparado por EAT Catering, incluyó centolla patagónica en crocante de papa, trucha del lago y soufflé de dulce de leche, todo regado con vinos Malbec y Chardonnay de Angélica Zapata y espumante Extra Brut Baron B. El Grupo Sarapura, a cargo de Chule Bernardo, se ocupó de la musicalización, con acento en la riqueza musical de cada región del país. Las hermanas Paz, Agustina y Lola Caradonti, a quienes Juliana recurre cada vez que tiene grandes eventos, decoraron la quinta de Olivos, y ambientaron distintos salones del CCK. "Juliana nos pidió que pusiéramos énfasis en las flores. Elegimos rosas blancas y hortensias y lilas blancas y verdes. El lugar ayuda mucho porque es imponente", dijeron.
Durante la velada, hubo un show a cargo de los bailarines Guido Palacios y Florencia Zárate Castilla, campeones mundiales en la especialidad Tango Escenario, en 2013. Un cierre memorable para una noche en la que Letizia y Juliana revalidaron su amistad y sus credenciales como las mujeres más elegantes del mundo.
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