River y la AFA en el ciclo D'Onofrio: de "poner una bomba" al regreso con un papel protagónico
El 30 de julio de 2014 será recordado como el día en que el fútbol argentino cambió para siempre. La muerte de Julio Humberto Grondona fue un mazazo que dejó secuelas difíciles de afrontar. El panorama cambió por completo. La estructura dirigencial se llenó de escombros. Y la incipiente figura de Rodolfo D'Onofrio, quien había asumido hace seis meses como presidente de River, se hizo fuerte en el bando renovador de la Asociación del Fútbol Argentino. Pero, a partir de allí, comenzó una tirante historia entre el club de Núñez y la AFA, que hoy parece alcanzar una tenue calma con el regreso del Millonario al Comité Ejecutivo después de casi cuatro años de ausencia.
Entre el final del ciclo Grondona y el inicio de la transición comandada por Luis Segura comenzó una novela con sucesivas crisis. El inicio del ciclo D'Onofrio, tras ganar las elecciones en diciembre de 2013, estuvo cerca de la gestión de Daniel Angelici en Boca, en una imagen que hoy parece lejana. Pero la relación entre los líderes, que en noviembre de 2014 ya eran vicepresidentes en la AFA, era estrecha y coincidían en varios puntos de cara a las elecciones de la Asociación en octubre de 2015 tras 35 años de poder concentrado: pretendían una reforma estructural y un estricto control de finanzas, aceptando además la candidatura de Marcelo Tinelli, cuestionada por esos días.
Pero los conflictos comenzaron después del 14 de mayo de 2015, la noche del gas pimienta en la Bombonera. Ese día, el vínculo se rompió, las diferencias afloraron y todo se potenció tras las elecciones en AFA –iban a ser en octubre, luego marzo de 2016 y finalmente se hicieron el 3 de diciembre- con el papelón histórico del 38-38 con 75 asambleístas. Esa votación marcó la división. De un lado, D’Onofrio apoyó la candidatura de Tinelli. Del otro, Angelici, quien le había dejado su lugar de vicepresidente segundo a Claudio "Chiqui" Tapia, apoyó a Segura junto con Víctor Blanco (Racing), Hugo Moyano (Independiente) y el propio Tapia, bajo el movimiento "Ascenso Unido".
"En la AFA se necesita poner una bomba, hacerla volar por el aire y empezar de nuevo", había declarado D’Onofrio en septiembre de 2015. La frase quedó para el recuerdo y evidenció para siempre la distancia que en Núñez se tomó de la conducción del fútbol argentino. Finalmente, el mandamás millonario renunció a su vicepresidencia en julio de 2016, días antes de que lo hiciera Segura.
Acordamos un proyecto y comenzamos a delinear un equipo para hacer el cambio en la AFA. pic.twitter.com/RnnrOMuR9z&— Rodolfo D'Onofrio (@RodolfoDonofrio) October 29, 2015
"Renuncio a mi cargo porque estoy pidiendo una transformación profunda que no ocurre. He pedido que se profesionalicen las áreas, que haya orden y transparencia. Que los clubes no tengan que ir a pedirle plata y que lo reciban sólo los amigos del poder", disparó el presidente de River. Luego, intervino la FIFA y designó la Comisión Normalizadora, encabezada por Armando Pérez de Belgrano de Córdoba.
En octubre, Mauricio Macri decretó que el Estado iba a dejar de financiar en 2017 la televisación de los torneos nacionales, el principal ingreso de los clubes, y el golpe fue muy duro. Después de la asunción de D’Onofrio como integrante de la Comisión de Grupos de Interés de la FIFA a pedido de la Conmebol, los campeonatos no se reanudaron en febrero ya que los futbolistas iniciaron una huelga por la deuda millonaria de los clubes. Recién en marzo se reinició la actividad, se acordó un contrato por la TV con Fox/Turner y fue elegido Tapia como presidente en una elección con lista única: lo votaron 40 asambleístas de 43 presentes.
River votó en blanco. Pese a que le ofrecieron un acuerdo para integrar la AFA de Tapia, tal como a San Lorenzo, la postura fue situarse en la vereda de enfrente. "Nosotros queremos que alguien cambie las cosas en AFA. Tapia tiene el derecho de presentarse, pero queremos saber el proyecto. Y esta lista con Angelici no me muestra ningún cambio", explicó D’Onofrio.
Con el inicio de la Superliga en julio de 2017, el club de Núñez ganó la vicepresidencia primera con Jorge Brito. Pero la herida se siguió abriendo cada vez más con diferentes sucesos en la gestión de Tapia: convocatorias a la selección, cambios sorpresivos en los calendarios, pedidos de árbitros, la ausencia de Chiqui en la consagración de la Copa Argentina 2017, una cena de dirigentes argentinos y de Conmebol con copas que tenían el escudo de Boca, un predio en Marbella para los juveniles, fotos de Tapia con Messi tomando mate… de todo y un poco más.
En el medio, la postura de Marcelo Gallardo siempre marcó agenda. "Nuestro fútbol es un gran problema. Hay que sanearlo con gente idónea y capacitada. Es pesado lidiar con la incertidumbre en una organización desorganizada. Llega un momento en que toda la mierda sale para afuera", disparó el DT en marzo de 2017 en plena crisis. Y en enero de 2018 dejó otra frase histórica: "Nos hace tener que estar con la guardia alta siempre", dijo sobre la presencia de Tapia y Angelici en la AFA.
Como si fuera poco, la final superclásica en Madrid de la Copa Libertadores solo echó más leña al fuego: desde Núñez se acusó a Chiqui de no defender al fútbol argentino. "Siempre creí que la AFA necesitaba una enorme reestructuración y el tiempo demostró que era así. Los desaciertos llevaron a tener una Comisión Normalizadora, una elección 38-38, una elección de la que nos dejaron afuera, una B Metropolitana que empieza y después cambia las normas... son cosas raras que veo; no es ordenado", declaró D’Onofrio hace menos de un año.
En diciembre del año pasado, River fue el único de los 43 presentes que se abstuvo en la votación para la modificación del estatuto que permitirá a los integrantes del Comité Ejecutivo ampliar su permanencia en el cargo de dos a tres períodos seguidos. Pero en el inicio de este año todo empezó a cambiar. Tapia se juntó en febrero con D'Onofrio y le ofreció una vicepresidencia en la "nueva AFA" y participación en la nueva Liga Profesional.
Días después, la decisión del Millonario de cerrar sus puertas, no presentarse a jugar en la Copa de la Superliga e ir a contramano del resto, pareció marcar una nueva distancia. Pero la reunión entre D’Onofrio y Tinelli del lunes pasado limó asperezas y la grieta se empezó a cerrar anteayer con el acto de la AFA: el presidente de River regresa a la vicepresidencia de la Asociación y el club integrará la mesa directiva de la Liga Profesional.
"Desde siempre, River tiene un rol protagónico en el fútbol argentino. Cuando existía la Superliga, ejercía allí su representación. Ahora que no existe más, la ejercerá en la AFA y ocupará el rol institucional que le corresponde. Pero mantendrá las mismas ideas sobre cómo deber ser el fútbol argentino que defiende y expresa desde su conducción hace años", le comentaron fuentes dirigenciales a LA NACION. Cuando parecía que se quedaba solo, River entendió que volver a estar aislado no era conveniente. Pero el pasado reciente marca que los acuerdos dirigenciales en el fútbol argentino están lejos de parecer inquebrantables. El futuro dirá cómo sigue esta novela que promete seguir teniendo capítulos para contar.
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