Donald Trump aumenta la presión contra Irán
En consonancia con su política de "máxima presión" contra Irán, la administración del presidente norteamericano Donald Trump acaba de imponer sanciones personales al canciller iraní Mohammad Javad Zarif, con las que aumenta las tensiones entre su país e Irán.
Para Trump, el canciller iraní es tan sólo un "instrumento de propaganda" del país al que representa. De esta manera, mantiene a Irán "bajo constante observación". Al informar sobre el aumento de la presión sancionatoria, el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, calificó duramente a Zarif como "cómplice" del terrorismo, torturas y otras perversidades que el gobierno norteamericano imputa a Irán.
Curiosamente, Zarif –de 60 años- es el funcionario público iraní con más contacto personal con los Estados Unidos. Es canciller de su país desde el 2013 y participó en las negociaciones del acuerdo nuclear iraní con la comunidad internacional de 2015.
Zarif vivió en Nueva York desde 2002 a 2007, mientras se desempeñaba como Representante Permanente de su país ante las Naciones Unidas. Conoce bien a los Estados Unidos y, muy particularmente, a California. Completó estudios secundarios en la ciudad de San Francisco, donde obtuvo luego un Máster en la Universidad de San Francisco, y luego otro Máster y un Doctorado en Derecho Internacional en la Universidad de Denver, en Colorado.
Cabe preguntarse si las sanciones impuestas a Zarif, que ha manifestado expresamente no tener bienes en jurisdicción norteamericana, ayudan o no a las posibilidades de diálogo.
Sancionar a la cabeza del equipo de diálogo de la contraparte no parece necesariamente ser la medida más adecuada, pero ciertamente es comprensible como instrumento de una política que apunta a aislar diplomáticamente a Irán y mantener una fuerte presión sobre su economía, que ya ha sido devastada.
Las sanciones norteamericanas congelan los activos de Zarif en los Estados Unidos (según Zarif, ellos son inexistentes) y castigan a todas las empresas o naciones que negocien con él.
Con excepción de las visitas a las Naciones Unidas, Zarif tiene ahora expresamente prohibido pisar el suelo de los Estados Unidos.
Irán no ha reaccionado específicamente, al menos todavía, ante la sanción aplicada a su canciller. Por esto hay quienes señalan que a la "máxima presión" norteamericana Irán está respondiendo con "máxima prudencia", al menos por ahora.
No obstante, los distintos incidentes generados por Irán con relación al tránsito de buques petroleros a través del estrecho de Ormuz sugieren que esa política tiene ya algunas importantes excepciones y podría estar cambiando.