La relación entre Cuba y los Estados Unidos se endurece y los cubanos vuelven a vivir haciendo colas
El presidente norteamericano, Donald Trump , ha decidido aumentar la presión contra Cuba y Venezuela generada por las sanciones económicas impuestas a ambos países. Ocurre que el régimen comunista cubano está, desde hace rato, usufructuando la riqueza venezolana. Del mismo modo en que, en su momento, usufructuara la asistencia económica de la Unión Soviética.
El pasado 4 de junio, Trump prohibió específicamente a los cruceros de turismo norteamericanos viajar a Cuba. Lo estaban haciendo, transportando turistas desde que, durante la gestión del presidente Barack Obama , los cruceros estuvieron autorizados a incluir a Cuba entre sus múltiples destinos. Unos 800.000 norteamericanos, que habían hecho reservas para este año en los distintos cruceros que navegan en torno a Cuba, afectados por la decisión del presidente Trump, tuvieron que reformular sus planes de turismo.
El año pasado, unos 630.000 ciudadanos norteamericanos, no cubanos, visitaron como turistas a Cuba. Aproximadamente la mitad de ese volumen lo hizo viajando a bordo de cruceros de lujo. En lo que va del año, esa cifra ya es de unas 275.000 personas, de las cuales algo más de la mitad viajaron en cruceros.
El flujo turístico norteamericano benefició, obviamente, a los más de 2.000 restaurantes cubanos, así como a la industria hotelera.
El año pasado, aproximadamente 300 cruceros llevaron a los 800.000 norteamericanos antes mencionados, gastando en Cuba unos 140 millones de dólares. Para Cuba, los ingresos derivados del turismo son importantes, particularmente respecto de la generación de las divisas que el país requiere para pagar sus importaciones. Los ingresos totales cubanos derivados del turismo externo son del orden de los tres mil millones de dólares por año, cifra nada despreciable.
A todo lo antedicho hay que agregar que el comercio bilateral entre Cuba y Venezuela desde el año 2014 a la fecha se ha reducido a menos de la mitad. Esto es, a apenas unos 2.300 millones de dólares anuales.
Cuba ha venido ordeñando a Venezuela mediante compras de petróleo crudo a precios reducidos que, además, se pagan, en buena medida, mediante los servicios prestados en Venezuela por médicos cubanos. Las ventas venezolanas a precios promocionales de petróleo crudo a Cuba han caído ya dramáticamente.
Por todo esto, los pagos de la deuda de corto plazo de Cuba con el resto del mundo han disminuido, habiéndose acumulado ya, una vez más, atrasos que se estiman en unos 1.500 millones de dólares.
La desaceleración de la economía cubana provocada por el endurecimiento de la política exterior norteamericana comienza a hacerse bien evidente en la disminución de los servicios de transporte en Cuba, incluyendo los taxis. A lo que se suma que el pueblo cubano ha vuelto a tener que perder largas horas cada día en su afán por adquirir alimentos básicos, tales como pollo, pan y huevos. Ocurre que Cuba ha sido, desde hace décadas, incapaz de alimentar a su propio pueblo, razón por la cual importa hasta los alimentos que conforman la canasta básica. La extendida escasez que vuelven a sufrir los cubanos incluye asimismo al sector de la salud y afecta tanto a farmacias como a hospitales.
Una vez más, la vida diaria de la gente común en Cuba se ha vuelto sumamente difícil. El mal humor social es nuevamente notorio. Como suele suceder, las sanciones económicas afectan a la gente común, mientras los jerarcas del partido comunista de Cuba y los funcionarios de la administración pública gozan –cual "clase dominante"- de un nivel de vida muy superior a los del pueblo en general. La historia en cuanto a quiénes afectan las sanciones económicas se repite: a los hombres y mujeres comunes. Los que no pertenecen a la "elite" que integran los cuadros directivos del partido único: el Partido Comunista.
(*) Exembajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.