Concentración económica: ¿quién nos cuida de los cuidadores?
Algunos miembros del Poder Ejecutivo Nacional están preocupados por el aumento de la concentración económica en distintos sectores de actividad. Yo también, pero me parece que estamos hablando de cosas diferentes.
A los funcionarios les preocupa que la oferta de determinados productos esté en manos de menos empresarios; a mí, lo que están pensando y haciendo para resolver el problema.
¿Cuál es el problema de que la oferta del producto X esté en manos de dos productores o comercializadores, y no en manos de 2000?
Que en el primer caso resulte más fácil que en el segundo ponerse de acuerdo para aumentar los precios y disminuir la calidad de los productos.
De acuerdo, porque la hipótesis de William Jack Baumol, según la cual la existencia de un solo oferente puede ser señal de eficiencia cuando los costos de entrada y salida son bajos luce muy bonita, pero en la Argentina es empíricamente irrelevante.
¿Cuál es mi problema? Que quien desee aumentar la oferta para evitar los abusos, en el caso de los bienes que son objeto de comercio internacional, tiene que abrir la economía, y en el caso de los que no lo son, desregularla.
Ejemplo del primer caso: en la década de 1980 los televisores costaban 1000 dólares; en la década de 1990, 300. Ejemplo del segundo caso: la mejora en el servicio interurbano de ómnibus, un subproducto del decreto desregulatorio que se dictó a fines de 1991.
El actual gobierno cierra la economía y no solo no la desregula, sino que aumenta los trámites que tienen que hacer quienes operan en el sector privado. Recuerdo cuando la Secretaría de Comercio les pedía a los empresarios que le proporcionaran información numérica para revisar decisiones que estos habían adoptado... ¡sin la información que tenían que preparar para cumplir con el requisito! Lindo ejemplo de estar ocupado en vez de trabajar.
El día que los marcianos aterricen, pero en serio, demócratas y republicanos en Estados Unidos, y partidarios de River y de Boca en la Argentina dejarán sus diferencias de lado para enfrentar a un enemigo común.
Lo mismo ocurre frente a un Estado regulador. Los oferentes de un sector, frente al desafío de una política económica intervencionista, dejan de lado la competencia entre ellos para unificar posiciones. Es la acción estatal y no la perfidia de los empresarios lo que "oligopoliza" los mercados.
¿Quién me cuida de los cuidadores? alude a que el accionar estatal es el verdadero monopolio; mayor o menor, según sea la política económica.