Estirar el alambre de esta economía
¿Hasta dónde se puede estirar el alambre de esta economía? Difícil saber con exactitud la respuesta y ojalá no lo averigüemos, pero parece haber señales mixtas sobre cómo llega la economía a las elecciones nacionales.
El principal termómetro, el dólar, marca una temperatura relativamente estable, sostenida a costa de altísimas tasas de interés en pesos, ventas diarias por parte del Tesoro y, paradójicamente, una posición comprada en el mercado de dólar futuro por parte del Banco Central (BCRA). Prendieron la estufa y abrieron la ventana en simultáneo.
¿Tiene margen el BCRA para bajar las tasas y darle un respiro al sector real? No mucho. En el actual esquema monetario las tasas deberían ser endógenas. Las tasas son altas porque la tasa real en pesos que demanda el mercado está por las nubes. El TC20 es un bono que vence en abril de 2020 y ajusta su capital por inflación. Al día de hoy su rendimiento es 37% más la inflación (si paga, obviamente). La última licitación de Lecap (con vencimiento en julio de 2020) por parte del Ministerio de Hacienda cortó en una tasa de 61%. A menos que haya un cambio en las expectativas, las tasas seguirán altas por un rato largo.
En cuanto a la inflación, la estabilidad del dólar ayuda, pero eso no es garantía de precios estables. La recomposición de salarios les pone presión a las empresas, que en parte pasan los costos a precios. En términos de la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor, es razonable esperar, si la estabilidad del tipo de cambio se mantiene, que veamos subas que converjan al 2% mensual. De ser así, veremos una baja significativa de la inflación interanual, especialmente en septiembre y octubre, cuando deberíamos tener un índices cercanos a 45% y 40%. El dato de septiembre se conocerá dos semanas antes de las elecciones, y el de octubre en noviembre, diez días antes de un eventual ballottage.
La economía real no repunta y el PBI del primer trimestre tuvo una variación negativa. Si bien el Índice Líder que calcula el CIF-UTDT muestra una mejora en el último mes, las chances de que la economía siga en recesión en el segundo semestre son altas. Las políticas expansivas que apuntan al consumo pueden ayudar a sectores específicos que están siendo muy golpeados por la crisis, pero son una aspirina contra la malaria de la supertasa y el ajuste fiscal en curso.
No quiero decir que haya que profundizar los incentivos al consumo, bajar rápido la tasa ni desacelerar el ajuste fiscal. La trampa de las Leliq implica que intentar una baja de la tasa sin una mejora de las expectativas puede disparar una corrida. Y aflojar con la corrección fiscal podría poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda, elevando el riesgo país.
El autor es director del Departamento de Economía de la Ucema