Todo depende...
"Estoy preso por todo lo bueno que hice".
(De Amado Boudou.)
Periodista: -¿Es cierto que el impuesto del 30 por ciento a las compras en dólares no se aplica a países limítrofes?
Representante del empresariado turístico: -Depende de qué entendamos por limítrofes...
En nuestro país, quien no es creativo es porque no quiere. Somos un elenco estable de saraseadores profesionales recibidos en la universidad del argentino medio: chamuyero, entrador, ventajero y, las más de las veces, arrogante y gritón.
Hay excepciones, como en todo en la vida. Pero que levante la mano el que nunca compró algo sin factura para ahorrarse el IVA, que pegue un salto el que siquiera una vez no le rogó al contador que buscara una vueltita para bajar el impuesto por ganancias, que dé un paso adelante el que jamás haya regateado un precio o hecho el distraído en el colectivo para no dar el asiento.
Seguramente, en este mismo instante y ante esas preguntas alguien está respondiendo que la factura sin IVA fue ofrecimiento del comerciante y que a él/ella jamás se le hubiera ocurrido proponerlo; que lo mismo hace el contador con Ganancias, que son los comerciantes los que ofrecen descuentos apenas los ven entrar y que la señora del colectivo no merecía el asiento porque estaba trepada a unos tacos de 15 centímetros por lo que, si podía caminar con eso, bien podía hacer equilibrio en el 60, a las seis de la tarde de un día hábil.
Ni Fidel Pintos con su chamuyero inentendible ni Ronnie Arias con su Sarasa radial son exponentes de un país que no existe. Ahora: de ser saraseros a negar los hechos hay una distancia tanto o más grande que la que existe entre los fines de la dictadura de Corea del Norte y los del Mayo Francés.
Diga lo que diga el empresario turístico, la Argentina limita con Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Eso no depende del impuesto para una Argentina inclusiva y solidaria, que quedó establecido por la superley de emergencia que reclamó Alberto. Una flor de emergencia, ya que durará nada menos que cinco años. Pero ese no es el punto. O lo es, pero para otra columna.
Acá el tema es la confusión que tienen quienes deberían saber de lo que hablan. Sin ir más lejos, el senador Carlos Caserio se arrepintió de haber dicho que "la clase política no hace esfuerzos, sino que dicta normas". Así le salen. Y Boudou dijo que está preso por todo lo bueno que hizo. No, Amado: la Justicia te condenó por haberte apropiado de la fábrica que billetes y falsificar documentos. No te confundas.