Fuera del mundo
JARTUM, SUDÁN.- Quizá lo haya logrado. Eso diminuto que seguramente andaba buscando -un modesto salirse del mundo, breve y sin escándalo- habrá sonado a rumor de agua, habrá sabido a fresca humedad en la boca. Un canal de riego fluye en las cercanías de Jartum, capital de Sudán, y la corriente que resta sed a los sembradíos también abraza al plácido chico de la foto.No sabemos de qué descansa, pero podemos intuirlo. Se toma un respiro del calor, del agobio diario, del polvo y del ruido. No sabemos cuánto del vendaval que sacude a su país le ha tocado de cerca, ni si las matanzas y el silbido de las balas tienen para él algún nombre propio. Solo sabemos que ahí está, en su discreto retiro del mundo; es apenas un rostro que se deja llevar, un cuerpo blando, quieto y oculto, que se permite su dosis de tregua.