Señoras y señores
Un supuesto examen de ingreso al colegio Buenos Aires con lenguaje inclusivo –"Le batalle de Caseres", inició su escrito- recibió como calificación un irónico "une". Habría sucedido hace más de un año, pero se viralizó en estos días por las redes sociales. Luego se supo que era una fake news. Una más.
El director de la Real Academia Española dijo que "si algún día todo el mundo habla de 'todes', las academias no tendrán más remedio que reconocer que es así" pero que, por ahora, se trata de una "extravagancia".
Siete universidades nacionales habilitaron su uso. Si es como experimentación, no como obligación, qué mejor ámbito para que docentes y alumnos jueguen lo prueben. El asunto se complica si hay imposición -y peor, si viene con algún sesgo ideológico- por parte de autoridades (docentes, directivos).
No debe forzarse a lo que no está consolidado, que empezó con el uso del "@" (ya dejado de lado), siguió con "las y los", continúa con el uso de la "x" para reemplazar a las vocales "a" y "o", con el auge superador de "todes" (porque además de los dos sexos, incluye a los no binarios), aunque la "e" a veces corre y otras, no. Los detractores furibundos, por su parte, deben calmarse o ¿no usaban desde siempre la fórmula "señoras y señores"?