El cofrade
Es Domingo de Ramos, puerta de entrada a la Semana Santa. Málaga se ha puesto de pie para una de sus más grandes y tradicionales manifestaciones religiosas: la procesión de las Reales Cofradías Fusionadas. Como cada año, una multitud va a acompañar la marcha que comienza en la Iglesia de San Juan Bautista. Los hermanos cofrades se disponen a alzar el trono de la venerada imagen de María Santísima de Lágrimas y Favores, para llevarla por las calles de una ciudad que se rendirá a su paso con cantos, vítores, oraciones y aplausos. Todas las miradas están puestas en el mayordomo de la cofradía, que, una vez concluido el himno de la hermandad, hará sonar la campana del trono, dando así inicio a la procesión.
Este año, Málaga se ha visto envuelta en un ardoroso debate por el cambio del recorrido oficial. El mayordomo tuvo que contestar preguntas sobre eso en un encuentro con la prensa. Ahora, ataviado con una túnica y con un capillo que apenas deja ver sus ojos, comprueba que todo está dispuesto y hace sonar la campana. Cabeza gacha, paso lento, marca el arranque de la peregrinación, a la que no falta por nada del mundo aunque hace ya años que no vive en la ciudad.
Devoto cofrade. Devoto y célebre mayordomo, Antonio Banderas.