Cánticos
Una lectora contó en una carta publicada en este diario que el viernes, a la salida del recital de Caetano Veloso, se había sentido violentada cuando muchos espectadores, de buenas a primeras, en el foyer del Gran Rex, "empezaron a corear atronadoramente sus cánticos contra Macri y Rodríguez Larreta".
El economista Roberto Cachanosky pidió por Twitter que le devolvieran el dinero de la entrada, porque no le avisaron que "el espectáculo iba a terminar en acto político". El secretario de Cultura, Pablo Avelluto, que sigue al gran artista brasileño desde hace 25 años, escribió en sus redes: "Me gusta Caetano, soy macrista. ¿Nos lincharán los nuevos emisarios estéticos del pueblo?"
El periodista Santiago García fue, tal vez, el que hizo la asociación más inquietante. "Meter cantos políticos en espacios públicos, buscando un discurso único de forma prepotente", le hizo acordar al tema de Cabaret "Mañana será para mí", en el que se ve a un joven rubio en soledad cantar un tema con apelaciones patrióticas. Los que lo miran en silencio se empiezan a parar para imitarlo, enfáticos y eufóricos. La esvástica en el brazalete del primero preanuncia la Alemania nazi. Solo un viejo luce contrariado.