Dos miradas
Cudad Juárez, México.- En esta foto hay dos miradas. Una -casi huelga decirlo- es del niño; la otra se nos escabulle. Y si algo tiene de poderoso esta imagen, es que nos está escamoteado su vértice, su ojo de tormenta, el punto crucial: esa breve detención del tiempo donde se cruzan las dos miradas. La del niño. La del hombre que no lo encañona, pero como si lo hiciera. La escena ocurre entre los guijarros y el aire polvoriento de una región donde el dolor parece formar parte de la misma tierra. Ciudad Juárez. La madre abraza al hijo que la sostiene, el largo camino desde Guatemala hecho trizas en la frontera imposible. El chico observa al miembro de la Guardia Nacional Mexicana, y en su gesto hay más desconcierto que miedo. El enigma, la cifra de esta foto, está en el gesto con que el hombre armado responde al mudo interrogante de un niño que se sabe a la intemperie.