¿Cómo deberían ser los gobernantes?
"Cuando yo era joven, me pasó lo mismo que a muchos otros: estaba deseando, tan pronto como fuera dueño de mis actos, ocuparme de inmediato de los asuntos de la comunidad". Esto lo dice Platón en su Carta Séptima, editorial Alianza, 1998. Quizá vos que contás con poca edad tengas también hoy los mismos deseos de ocupar un puesto en el Gobierno que se inicia.
Platón ocupó un puesto en el 404 AC, en Atenas, cuando ascendieron al gobierno Los Treinta, que depusieron a un gobierno anterior muy corrupto. Al principio, anduvo bien pero con la ejecución del gobierno, dice Platón, "lo que ví fue que, al poco tiempo, el gobierno anterior me pareciera de oro". Espero que eso no te llegue a pasar a ti, en el gobierno que está iniciándose o que ya te haya pasado antes. Hay que tener presente que ahora hay elecciones y al gobierno lo elige el pueblo mediante su voto, hay un sistema democrático y en aquella época de Atenas eran gobiernos aristocráticos, de una minoría especial que gobernaba.
Después de unos períodos se derrumbaron Los Treinta y también a Platón le interesó intervenir de nuevo en política, aunque ya más maduro, lo que veía era un cambio en las costumbres y dificultades para conducir un programa ordenado de gobierno, aun cuando Atenas era relativamente muy buena ciudad.
Platón se sintió asombrado por la realidad política de aquel momento y, aun cuando era un gran pensador y filósofo, no desistió de intentarlo de nuevo en varios gobiernos, incluso en otras regiones, aunque en un caso fue transformado en esclavo, luego vendido y después rescatado, por no coincidir con los gobernantes de famosas ciudades como Siracusa y Sicilia, en las que había creído y había intentado su transformación.
Él defendió siempre sus ideas y corrió con riesgos muy fuertes no solo en Atenas y otras ciudades y dejó para nosotros, 2415 años después, muchas enseñanzas que nos hacen reconocer su grandeza, no solo en sus pensamientos sino en su ejecución.
¿Cómo deberían ser los gobernantes, según Platón? Según él se debería elegir a los mejores, especialmente a personas mayores, con familia, que cuenten con una reputación adecuada y que tengan recursos como para vivir honorablemente. Quizá haya que pedirles muy infructuosamente a esas personas que ocupen un lugar en los diferentes gobiernos y quizá se nieguen a ocuparlos. Platón no lo dice.
¿Qué necesitamos hoy para gobernar un país difícil como es la Argentina? Hombres y mujeres muy preparados, con conocimientos de economía, que es muy difícil de administrar; con conocimiento de la justicia, para mantener su independencia de los gobiernos; con muy buenas relaciones internacionales, que tengan claro quiénes pueden invertir en el país y darnos una perspectiva diferente para achicar lo más que se pueda la pobreza, el desempleo y recuperar los años de crecimiento.
Hoy tenemos una orientación política de centro-izquierda que también puede brindar su aporte al desarrollo del país y esperemos que así sea. Aprendamos de Platón, que vivió 2400 años antes que nosotros, a defender nuestras ideas.