Varados en Japón: "Hasta evaluamos intentar cambiar la visa para poder trabajar"

"Estamos tratando de pedir asilo en Japón o al menos cambiar nuestro visado para poder trabajar porque no sabemos cuándo vamos a poder volver", relata Juan Manuel Rodríguez a LA NACION, desde un hostel en Nagano, Japón, en donde se encuentra, junto a su novia, Ximena Montero, ambos de 34 años. Ahí, ellos son los únicos huéspedes. Ambos viajaron el 25 de febrero al país asiático y, por la pandemia que generó el nuevo coronavirus, ahora se encuentran varados y sin posibilidad de volver a la Argentina.

"Acá está lleno de argentinos que compraron el año pasado una promoción por Aeroméxico. Era para venir en febrero o principios de marzo, cuando la situación era otra. Al llegar a Japón, acá empezaron a tomar las primeras medidas restrictivas, pero fueron muy leves, solo cerraron algunos museos. Cuando declararon la pandemia nos dijeron que volviéramos, pero ya era imposible cambiar el pasaje", dice Rodríguez.

Ellos tenían un pasaje de vuelta con fecha en el día de ayer. Ese ticket era para viajar de Tokio a México DF y de ahí a Buenos Aires. "El problema es que, como nuestro presidente canceló en un principio los vuelos de aerolíneas privadas, Aeroméxico nos canceló el tramo que iba hacia la Argentina. Entonces ayer tuvimos que decidir si quedarnos varados en Japón o en una plaza de México, porque ahí dicen que los hoteles no están alojando a la gente, menos si venís de un país asiático, la gente tiene miedo".

Ahora ellos se encuentran aproximadamente a más de 200 kilómetros de la capital japonesa. "El dueño del hostel nos está llevando a los mercados para que conozcamos y aprendamos a cocinar los productos locales, así no gastamos tanto. La realidad es que no sabemos cuándo vamos a volver y tenemos miedo de tener que gastarnos todo el dinero, incluso el que tenemos en Buenos Aires".

Estuvieron cerca de pagar precios astronómicos por un pasaje aéreo, pero ninguna opción les aseguraba la vuelta. Por ejemplo, una de las opciones era ir a San Pablo y luego recorrer por tierra el camino hacia la Argentina. Pero, paralelamente a eso, se enteraron de que habían cerrado las fronteras terrestres.

Las opciones eran cada vez menos. En el consulado tampoco les transmitieron tranquilidad, solo les sugirieron ir al aeropuerto, algo que hicieron, aunque eso no trajo ningún resultado que los acercara a sus casas.

"El señor que atiende en el consulado, amablemente pero con mucha frustración, nos dijo que tenía más chances él de ser elegido como reina de la belleza de Japón, a que Aerolíneas mande un vuelo para buscarnos. Lo peor es que tampoco queremos que nos regalen la vuelta, solo buscamos que nos den una opción para volver por favor. Además, contrario a nuestra situación, nos enteramos de que hay 240 japoneses varados en Perú, y que el gobierno japonés enviará un avión para buscarlos a todos. Nos dio ganas de llorar", agrega Rodríguez.

En la ciudad donde se encuentran aún no hay casos confirmados de coronavirus. De hecho, Japón está logrando contener la propagación del virus sin demasiadas restricciones, y se está convirtiendo en un caso paradigmático.

Ese país recibe a más de ocho millones de turistas chinos por año con alrededor de 1000 vuelos por semana que conectan sus ciudades con las chinas. El registro del primer caso de coronavirus fue el 10 de enero: un hombre que había viajado a Wuhan, el lugar en donde se originó la epidemia.