Coronavirus: A fin de mayo el sistema de salud estará en condiciones de enfrentar el pico
Es la estimación de la Nación, la Ciudad y la provincia, sobre la base del número de camas, respiradores e insumos
Nadie sabe con certeza cuándo el coronavirus mostrará su peor cara en la Argentina. Tampoco se conoce con precisión si la curva de contagios tendrá un pico alto y empinado o si la pandemia seguirá como una extensa meseta. Frente a un "enemigo invisible", como bautizó el Presidente al virus, en el Gobierno, en la provincia y en la Ciudad estiman que para fines de mayo el sistema sanitario alcanzará la infraestructura proyectada para recibir el pico de la pandemia.
Eso no implica –reconocen los funcionarios– que esté todo bajo control. La evidencia en países con buena infraestructura sanitaria exhibió que ningún sistema soporta una escalada exponencial de casos. El ministro de Salud, Ginés González García, afirmó: "Nueva York es una referencia mundial en materia de salud y no pudo aguantar el ritmo de la expansión. Por eso nuestra estrategia es ganar tiempo". Según explicaron fuentes oficiales a LA NACION, el tiempo ganado sirvió para reforzar infraestructuras hospitalarias, sumar respiradores, mejorar los testeos y capacitar al personal médico. Sobre todo los llamados "reservistas".
"Lo que tenemos como ventaja es que, producto del distanciamiento social, hoy tenemos un fuelle de camas disponible para enfrentar esta pandemia. Nos dio tiempo para montar camas no hospitalarias y también para capacitar y elevar la cantidad de respiradores", dijo a LA NACION una alta fuente del Ministerio de Salud.
Luego de los inconvenientes para importar desde China, en la provincia de Córdoba dos fábricas, Leistung y Tecme, están en producción y vienen entregando unos 500 respiradores por semana. "Para junio tendremos unos 3500 respiradores nuevos, que es más que la meta que nos habíamos impuesto", dijo una fuente oficial. El problema de la Argentina es que se partió de una base baja: cuando llegó el coronavirus, había 8000 respiradores en todo el país.
La semana próxima, en tanto, podrían estar listos los 12 nuevos hospitales modulares que se iniciaron con la declaración de la pandemia. Estarán en el conurbano, Chaco (Resistencia), Córdoba , Santa Fe (Granadero Baigorria) y Mar del Plata.
En la provincia hablan de fines de mayo. "De acá a un mes estaremos en el objetivo de ampliar un 70% las camas de terapia intensiva en los hospitales provinciales", señalan cerca de Axel Kicillof. A ello se suma que en la zona metropolitana se prepararon 18.000 camas extrahospitalarias. El recurso humano comenzó a generar preocupación. Más de 15% de los contagios afecta a médicos, enfermeros y personal de la salud. Los contagios comunitarios en el Hospital Paroissien de La Matanza fueron una luz de alerta.
El Gobierno está en un en proceso contra reloj para entrenar a otras especialidades médicas y a profesionales recién recibidos para que atiendan en terapias intensivas. Según fuentes oficiales, se inscribieron unos 4000 voluntarios. Pero, tal como informó LA NACION, el 70% de los 500 médicos clínicos que se inscribieron para asistir a la provincia desistió de presentarse a trabajar al conocer los requisitos y las exigencias.
Respecto del abastecimiento de los insumos, una de las mayores dificultades que presenta la pandemia a nivel global, en el Gobierno señalan que fue clave la ruta que se trazó con China para traer 400 toneladas de material. Dos empresas textiles argentinas, en tanto, comenzaron a producir camisolines con tela hidrorrepelente. En la provincia, no obstante, hay quejas de médicos que señalan que no recibieron los materiales adecuados. Los colaboradores de Kicillof aseguran que de aquí a un mes, cuando lleguen los insumos chinos, estarán cubiertos para recibir el pico de casos.
Por último, figura el nivel de testeo. El Gobierno cree haber superado las controversias, porque se alcanzó un ratio de 900 tests cada millón de habitantes y se registra menos del 10% de positividad. La viceministra de Salud, Carla Vizzotti, informó que el jueves arribaron a la Argentina 215.000 tests PCR.
En la Ciudad, el equipo de Horacio Rodríguez Larreta trabaja con proyecciones muy precisas. El sistema de salud público atiende a 700.000 porteños y 300.000 bonaerenses. En el Ministerio de Salud, que comanda Fernán Quirós, hacen cálculos a partir del R0, que mide el potencial de transmisión del virus, es decir, a cuántas personas en promedio contagia un infectado. Con la cuarentena actual, el R0 en la ciudad está en 1,3. Con ese ratio, el pico se calcula para los últimos días de mayo, con una demanda de 3000 camas (índice de prevalencia de enfermos), en el momento en que se registre la mayor exigencia. Para ese escenario, Rodríguez Larreta sumó 600 camas de internación general y 300 camas de terapias intensiva.
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