Nueva rutina: Casa Rosada despoblada, Alberto Fernández en Olivos y viaje en helicóptero
En medio del clamor para que la ciudadanía permanezca en sus hogares, Alberto Fernández hoy no asistió a la Casa Rosada y trabajó de forma remota desde Olivos. El régimen de visitas fue solo para un grupo estrecho de colaboradores, una medida para preservar la salud presidencial, pero también un mensaje para "dar el ejemplo" y cumplir con el distanciamiento social que exige el coronavirus.
El Presidente salió una vez de la residencia oficial, e incluso llegó hasta La Matanza, pero lo hizo en helicóptero, lejos de la aglomeración. Para cumplir con las recomendaciones del Ministerio de Salud, en su estadía en Olivos Fernández también se dio la vacuna antigripal. Cuidar la salud presidencial pasó a ser una cuestión de Estado.
El Presidente reclamó ayer que las licencias laborales habilitadas por el Estado para evitar la propagación del virus no deriven en una mayor actividad recreativa. "Que la gente entienda: no estamos dando licencia para que vayan a pasear, es para que nos cuidemos, a nosotros y a nuestros hijos. Quédense en sus casas", enfatizó ayer en diálogo con Radio Metro.
Fernández pidió que los que viajaron al exterior cumplan con la cuarentena obligatoria de 14 días. Fue enfático. "Necesitamos que no haya imbéciles que siguen circulando cuando llegaron de viaje", dijo.
Hasta el lunes, el Presidente había mantenido una agenda de trabajo habitual, pero luego en el Gobierno definieron "reducir al mínimo" sus audiencias. Pocas personas pudieron verlo ayer en la quinta presidencial. El secretario de la Presidencia, Julio Vitobello mudó su trabajo a Olivos a partir del mediodía. Lo propio hicieron el secretario de Comunicación Pública, Juan Pablo Biondi y el vicejefe de Asesores, Julián Leunda.
Desde temprano, cerca del Presidente estuvo la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, pluma jurídica de Fernández y quien pasó a texto las nuevas resoluciones oficiales para contener la pandemia. El grupo exclusivo de visitantes a Olivos se completó con el diputado y amigo íntimo del Presidente, Eduardo Valdés. Prohibido el contacto físico, el Presidente los saludó con una mano en el corazón, un gesto que aprendió del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Casa Rosada semi desierta
A distancia, el Presidente fatigó los teléfonos de sus ministros desde su despacho en Olivos para definir los pasos a seguir en medio de la rutina atípica que impone la pandemia. "Tengo el WhatsApp detonado", comentó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cuando ingresó a la mañana a la Casa Rosada, luego de que la custodia le tomara la fiebre con un termómetro láser.
Cafiero y algunos ministros ayer trabajaron en una casa de gobierno semi desierta, una postal impensada para un día de semana. Luego de que el Gobierno impusiera el trabajo a distancia para los trabajadores del Estado, una parte importante de empleados públicos se tomó licencia y los despachos oficiales estaban visiblemente despoblados.
La actividad oficial se limitó a atender la crisis por el coronavirus. La mayoría de los empleados públicos no asistió y en las áreas que no pudieron interrumpir la actividad optaron por la rotación.
El comedor del tercer piso de la Casa Rosada, donde diariamente se acercan decenas de empleados a almorzar, se mantuvo cerrado, con todas las sillas sobre las mesas, y se pasó a un esquema de viandas, para evitar la conglomeración de gente. Los mozos, que suelen circular con bandejas de café por los despachos, casi no trabajaron. Todo el que ingresó al edificio pasó por el scanner de temperatura y se dio la orden de abrir todas las ventanas para mantener los ambientes ventilados.
El ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, fue uno de los pocos que tuvo actividad en la vía pública. Visitó el Puerto de Buenos Aires para controlar el centro de monitoreo antes de que atracara un crucero con miles de pasajeros que deberán cumplir cuarentena.
Por la tarde, Fernández pudo salir de los muros de la quinta de Olivos. Viajó en el helicóptero oficial a La Matanza, junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis para sobrevolar dos hospitales en obra, que están sin terminar desde hace cuatro años. Luego, el Presidente recibió al embajador de la República Popular China, Zou Xiaoli, para intercambiar información sobre la pandemia.
Ayer, el Gobierno tomó nuevas medidas materia de transporte, económicos y sociales. Hizo los anuncios sin preguntas de la prensa. Quiere evitar traspiés y mostrar solidez en un contexto de alarma mundial.
Temas
Más leídas de Política
Extorsión. El Gobierno apuntará a la responsabilidad de exfuncionarios en la causa por los planes sociales
"Hacía falta cortar el gasto". Fuerte cruce entre Reynaldo Sietecase y Alejandro Bercovich por las medidas de Milei
Milei en la cumbre Vox. “¡Basta de socialismo, basta de hambre, basta de miseria!”