El lunes por la mañana, el sector retomaba el optimismo perdido en los últimos meses. Tras la presentación de Iván Kerr, en los pasillos del CCK, la mayoría de los empresarios coincidían en que la iniciativa del boleto digital permitirá "estar mejor preparados para cuando, con las variables macroeconómicas alineadas, se reactive el sector". "Todo lo que es tecnología y agilización de trámites es muy positivo", reconocía el broker, Mariano Oppel, que lidera la inmobiliaria que lleva su nombre. Al mismo tiempo que resaltaba la necesidad de que la economía se estabilice. En la misma línea opinaba el presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda, Miguel Camps: "no es que el boleto digital va reactivar en sí el sector, sino que es una herramienta que va a hacer que, cuando cambie el panorama, fluya mejor", detallaba.
En otras palabras, nadie espera que con esta medida los desarrolladores comiencen a poner los ladrillos en las tierras que compraron, antes de la devaluación, en los barrios medios, pensando en construir para la demanda que compraba con crédito. "Es una buena medida para un país como Suiza. Hoy son pocos los argentinos que pueden reunir el 25 por ciento del valor de una propiedad. Además las líneas de crédito no existen porque los bancos prefieren destinar su liquidez a las Leliq con tasas que superan el 60 por ciento, y por otro lado, pocas personas ganan los $80.000 al mes necesarios para calificar", es catedrático, Juan Carlos Donsanto, presidente del Colegio de Martilleros de la Provincia de Buenos Aires.
En síntesis, nadie espera que la medida impulse una ola de nuevas obras en forma inmediata. La inflación y un dólar inestable siguen siendo dos variables que impiden ver el sol en el horizonte cercano de la industria inmobiliaria.
Temas
Más leídas de Propiedades
Lo que hay que saber. Las condiciones que debe cumplir una propiedad para que pueda ser comprada con un crédito hipotecario
Bridgerton Cómo son los castillos ingleses donde se filmó la exitosa serie de Netflix
Al mes de los primeros lanzamientos. Hubo un aluvión de consultas por los créditos hipotecarios y la demanda se ilusiona con la “casa propia”