El mercado de los inmuebles industriales encontró en la zona Sur del Gran Buenos Aires uno de los lugares con más potencial de desarrollo. Los terrenos de grandes superficies y las viejas fábricas reconvertidas se presentan como espacios aptos para la instalación de galpones o centros logísticos. La fisonomía de esa área del conurbano generó el interés de los desarrolladores e inversores del sector.
"El mercado industrial de la zona Sur se encuentra estable en vistas a un leve reordenamiento debido al achique de la industria en metros cuadrados, donde grandes predios y plantas industriales se encuentran en proceso de reformulación, subdividiendo espacios para compartir con otras empresas o bien mutando a otros segmentos inmobiliarios con incidencias mas atractivas como ser la tipología residencial. Como en la mayoría de los corredores de la provincia de Buenos Aires, las industrias tratan de migrar a los parques industriales, hoy con menos incentivos de atracción. Pero este proceso no se detiene, solo está mas lento", resume Pablo Fiorita, responsable de la división parques industriales y logística del Grupo Adrián Mercado. El especialista agrega que "Quilmes posee un atractivos muy importante para las industrias: trayectoria, servicios, trasporte público, accesos estratégicos y cercanía a la ciudad de Buenos Aires. La localidad se encuentra al mismo nivel que Lanús y Avellaneda: todas sus zonas industriales están bastante completas, pero hay dos factores importantes de incertidumbre que afecta directamente a las empresas instaladas y a las que podrían desembarcar: la falta de reordenamiento urbano ya que conviven viviendas con industrias en una misma zona, y el incremento de asentamientos y villas en la zona que trae aparejado hechos de inseguridad constantes en la zona".
Más allá del panorama, lo interesante s que la zona sigue sumando proyectos. Tal es el caso de la inauguración del parque industrial La Bernalesa, un nuevo polo industrial ubicado en Quilmes. "Este desarrollo, que demandó una inversión de US$6 millones está realizado sobre un predio de diez hectáreas, con 19 unidades funcionales pensadas para alojar a pymes del Sur de la provincia de Buenos Aires", comenta Eduardo Valot, el empresario que se animó con el desarrollo del parque. El referente profundiza sobre las razones que lo impulsaron a la inversión. "Quilmes es una zona que demanda de este tipo de desarrollos. En la actualidad, hay más de 1000 industrias y casi el 70 por ciento ellas se encuentran instaladas en áreas no industriales. Además, el predio cuenta con habilitación provincial".
La Bernalesa era una hilandería que nació en los años 30 y durante 50 años albergó a más de 4000 empleados. La empresa, que dejó de producir en 1978, llegó a ser el primer polo textil de América Latina y el tercero en el mundo. En 1984 la compañía Valot compró el inmueble con la intención de desarrollar un polo industrial para pequeñas y medianas empresas, pero la realidad económica determinó que recién en 2008 comenzaran a darle forma al proyecto. "En ese momento se decidió poner en valor un inmueble que es ícono en la zona Sur del Gran Buenos Aires, recuperando toda la estructura existente", señala Leonardo Wagner, director ejecutivo del Parque Industrial y recuerda que cuando se arrancó la obra, se demolió la vieja usina que se había convertido en un obstáculo para el tránsito interno. Después, por la zonificación del lugar solo se pudo construir el sector de vigilancia ubicado en acceso al predio. "Otras de las obras que debimos realizar fueron las reformas internas en sectores edilicios. Hubo una puesta en valor de áreas puntuales de algunas unidades funcionales, pero nuestro principal objetivo era conservar lo mayor cantidad posible de la vieja estructura", explica.
Según Valot, el nuevo polo resulta ideal para empresas que tengan un proceso industrial de baja complejidad ambiental. "Aquí podemos radicar empresas hasta de segunda categoría. Es un parque pensado para pymes por la flexibilidad que existe en cuanto al financiamiento y a la gestión de trámites de habilitación, entre otros beneficios; también ofrece una variedad de superficies en sus unidades funcionales que van desde los 700 a los 6000 metros cuadrados". Actualmente el predio alberga a seis empresas instaladas: Valot, Vairo, EcoBags, CMS Sudamericana, Themac y Apres. En esta primera etapa, de las 19 unidades funcionales, están disponibles tanto para la venta como para alquiler nueve con superficies que van entre los 700 y 5600 metros cuadrados. Las empresas que decidan invertir y radicarse en La Bernalesa podrán recuperar su inversión en unos ocho años y además acceder a préstamos especiales del BICE y del Banco Provincia con tasas que oscilan entre el 19 y el 25 por ciento con un plazo máximo de siete años. También pueden contar con alternativas de financiamiento proporcionadas por el desarrollador. "Los valores de venta arrancan en los US$600 por metro cuadrado mientras que los de los alquileres parten de los US$200 por metro cuadrado aunque son variables y dependen de la necesidad de cada empresa", detalla Valot y concluye: "la Zona sur tiene una gran superficie para ofrecer, además de una variada y calificada mano de obra".