La pasada también fue una semana clave en la negociación que el sector mantiene con el Gobierno para lograr que habiliten el cambio de los pesos por dólares para la compra de un inmueble. Una medida que al cierre de esta edición aún no había sido anunciada.
El lunes, referentes del sector inmobiliario se reunieron con el secretario Legal y Administrativo del Ministerio de Hacienda, Hugo Medina, y salieron del encuentro, confiados. El mensaje del Ejecutivo es que hay intención de resolver el acceso a la vivienda por lo que autorizarían la compra de dólares a quienes escrituren propiedades hasta 220.000 UVAs, equivalentes a US$145.000. "Ese puede ser el número y no implica una cifra brutal porque no todo el que va a comprar necesita la totalidad del importe. Tal vez tiene US$60.000 y necesita cambiar pesos por US$40.000", ejemplificó Armando Pepe, titular de Cucicba, que participó de todas las reuniones llevadas a cabo tanto en el Banco Central como con la AFIP. Pepe destacó que Medina conoce del sector porque era el presidente del Registro de la Propiedad Inmueble de la provincia de Buenos Aires y que les transmitió que hay "una orden del Ejecutivo para resolver el tema de la gente que accede a su vivienda". Todo indicaría que la habilitación del mecanismo sería inmediata y también sumaría la excepción para los compradores que tengan créditos hipotecarios aprobados antes del 31 de agosto.
Además de la reunión concretada el pasado lunes, a mediados de semana, las autoridades del Banco Central recibieron por parte de los Colegios de Escribanos, la información con el detalle de qué porcentaje de las operaciones mensuales corresponden a vivienda única o primera vivienda. Según Ciudad, el porcentaje ascendería a más del 40 por ciento, unas 1283 operaciones aproximadamente teniendo en cuenta el número de escrituras concretadas en el mes de julio.
Respecto al proceso que habilitaría el cambio de pesos por dólares, las fuentes afirmaron que sería a través de un certificado digital que el escribano enviará 72 horas antes de la firma de la escritura. Ese documento, según Pepe, constataría la cantidad de dólares que necesita el comprador de manera de que estén a la hora de realizar la firma del documento. Desde el sector calcularon que esta flexibilización de la prohibición de comprar más de US$10.000 mensuales por persona humana significa un flujo de divisas de US$300 millones al mes, que en el actual mercado inmobiliario representa un promedio aproximado de US$100.000 por cada operación.
Respecto al impacto en el mercado, distintos inmobiliarios consultados coincidieron en que la medida no redundará en una reactivación, que lleva 15 meses de caída interanual, con un agosto en el que se habrían realizado menos de 3000 escrituras.
El presidente de Reporte Inmobiliario, José Rozados, por su parte, consideró que la excepción que se habilitaría "no debe tomarse como una vía que pueda volcar pesos a la compra de propiedades ya que estaría limitada a personas humanas y para vivienda propia. No se está generando con esta excepción ningún aliciente para invertir específicamente en el mercado inmobiliario", explicó. En tanto, Santiago Magnin, titular de la inmobiliaria homónima, dijo que una medida así podría beneficiar a quienes tienen plazos fijos en pesos y próximamente vencimientos ya que podrían sacar el dinero de allí y comprar una vivienda.
Por su parte, Soledad Balayan, de Maure Inmobiliaria, coincidió en que no ve que esto conlleve un aumento de la escrituras. "En el segmento del usado quizá no perjudicás, pero no mejora. No soy optimista de cara a los próximos meses", opinó, y destacó la necesidad de que se encuentre por lo menos una solución para los tomadores de crédito, aunque hoy esas operaciones solo representan 200 al mes. En tanto, Marcelo Di Mitrio, director de Di Mitrio Inmobiliaria, sumó que la medida no va a torcer ni cambiar el termómetro del nivel de actividad. "La actividad viene cayéndose desde hace más de 12 meses en términos de cantidades vendidas. Y lo que la resolución viene a resolver solo se retrotrae a hace tres semanas. El efecto es marginal, muy pequeño, desgraciadamente. No es reactivador ni mucho menos", evaluó.
A su vez, agregó que la actividad se encuentra en un compás de espera con los compradores en situación de wait and see por lo menos hasta que se sepa quién va a ser el próximo presidente y cuál va a ser su programa económico. "Lo que advertí hasta las PASO era una demanda que cuando notaba que la relación producto-precio era conveniente compraba. Pero después de las elecciones primarias y la devaluación de los días siguientes noto que no se la estimula ni siquiera con un producto-precio atractivo. Los actores del mercado están expectantes de que algo más va a pasar en este mapa de la macro argentina. Esto no se cerró con devaluación post-PASO y las medidas que se tomaron. Se requieren definiciones en materia económica para asumir que es conveniente o no a la hora de la compra", analizó. El empresario completó su concepto. Dijo que para la parte vendedora el panorama es más claro: baja del precio del metro cuadrado y, por ende, el de las propiedades. "Pero la incertidumbre es tal que perdimos registro de cuál va a ser la baja", concluyó.
Rozados y Magnin, sostuvieron que hoy, la mayoría de las operaciones son realizadas por personas que ya contaban con los dólares. "Ya venían comprando solo los que tenían los dólares con lo que el cepo podía trabar solo un saldo y en pocos casos", dijo Rozados. En la misma línea, Magnin afirmó que el 100 por ciento de sus clientes tiene los dólares cash o cuentan con departamentos. "Tengo dos operaciones con canje de propiedad, más la diferencia en dólares, y nunca había tenido tantas. Nadie sabe comprar dólar MEP, contado con liqui o dólar bolsa. Estas operaciones son super sofisticadas para la mayoría de las personas", finalizó.
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