Por fuera, la pulcritud de una fachada blanca, exponente del racionalismo rioplatense. Por dentro, una explosión de formas, texturas y colores que se plasman en el diseño que hoy marca tendencia en la Argentina. Con la sustentabilidad como hilo conductor en la mayor parte de los 55 espacios, la nueva edición de Casa FOA que este año se realiza en el Círculo Olivos. Un predio en donde la desarrolladora Zentrum Developers contempla para el proyecto posterior un hotel corporativo con 100 habitaciones, 2000 metros cuadrados para diferentes unidades de negocios gastronómicos y 100 espacios para cocheras. En una apuesta por la comunidad, la firma intervendrá además 10.000 metros cuadrados descubiertos, entre zonas verdes y el parking. "Círculo Olivos es la activación de un inmueble con un inmenso potencial y valor para la comunidad. Será un nuevo punto de encuentro en la zona Norte de Buenos Aires, próximo a la ciudad", afirmó el arquitecto Néstor Curland, director de Zentrum Developers.
Así las cosas, la muestra propone un recorrido en el que se destacan piezas de diseño de autor, con tramas que recobran antiguos saberes y la tecnología aportando un confort moderno. El paisajismo, de amplias dimensiones, apela al arte para dialogar con la naturaleza.
Sin espacios libres, pero lejos de ser sobrecargada, esta edición se destaca por el trabajo de sus pasillos y conexiones, en las que hay oportunidad para el arte y para los jardines verticales, incluso con una palmera "enraizada" en el techo de una de las escaleras en la propuesta de Lucas Martínez y Paola Olguin. Los líquenes estabilizados con sales naturales, de origen escandinavo, son otro de los atractivos para incorporar verde en las ambientaciones, pudiendo llegar a estar sectorizados o hasta cubrir muros completos, como en la sala de baño de Eugenia Landaboure, donde cumple una triple función: estética, equilibran la humedad ambiente y son aislantes térmicos y acústicos.
En triángulos, Lola Fernández y Clara Chediack dispusieron paneles que combinan musgos naturales que llegan a durar más de 15 años sin mantenimiento alguno, los que se combinaron con placas de madera opacas y otras microperforadas en las que juegan con una retroiluminación y se suman a los perfiles Led (Atrim), que marcan un recorrido.
Es justamente la luz como un elemento estético principal una de las tendencias que marca la personalidad de la muestra este año. Uno de los espacios que mejor uso hizo de ella es Pensar, decir, hacer by Zentrum Developers y Belary Constructora, de Carolina Feller y Melisa Herc. Estas arquitectas concentraron en su ambiente, un coworking con percepción hogareña, dos claves de la decoración que se viene: la luz y la transparencia. Con la primera pudieron establecer luminarias esculturales, de la marca Flos, que establecen diferentes planos dentro del lugar, y con la segunda dispusieron una cápsula privada, con límites más visuales que físico formados por dos estructuras de chapa perforada hexagonal. La transparencia, aunque esta vez en textiles, también fue aplicada en el coworking de Juan Caram, Flavio Domínguez y Diego Segoura.
Nuevos tiempos
Un punto que en esta muestra se pone de manifiesto es la idea de darle confort a las personas conociendo de cerca sus gustos y necesidades, pero también estando en sintonía con los nuevos paradigmas, y en este caso se plasma en los baños públicos que son mixtos, todos ellos. Esto entabló un desafío de diseño, apelando a nuevas disposiciones y jugando con la distribución para sectorizar las áreas más privadas. Parte de esto lo resolvieron Juan Pinilla y Rosana Palazzo, en su espacio (by Roca) inspirado en un baño turco, donde las aberturas a los costados invitaban a pasar a zonas como un cambiador de pañales. También como signo de estos tiempos, algunos diseñadores pusieron el acento en recobrar el valor de los oficios, como lo hizo Paola López Gambarte en su Atelier de ebanista by Patagonia Flooring. Allí, le da gran protagonismo a la madera, la que se luce especialmente en la estructura que cuelga del cielorraso a modo de rompecabezas, con piezas que fueron cortadas con láser, pero terminadas artesanalmente.
Por su parte, Guadalupe Diez, Inés Muzzio y Francisco Marconi idearon un departamento para un emprendedor en la que recobran elementos vintage que amalgaman con la modernidad y la naturalidad de los materiales. Así, dos sillones (uno en madera y el otro con perfiles de metal) con la tipología de la Bauhaus dan la bienvenida, y son la antesala para poder disfrutar luego de una mesa con tapa Onyx Miele, de Canteras del Mundo. La caja, revestida con un gris llamado Jean Grises, propuesto por Alba como el color del año, da amplitud para disfrutar de detalles como la cabecera esterillada de la cama. Este trío creativo es uno de los que introduce la idea de elementos maxi en la decoración. En su caso se trata de la lámpara Bienvenida, creada por Federico Churba, y la luminaria artesanal sobre la mesa. Con la sustentabilidad como leitmotiv, el arquitecto Marcelo Robles propone sillones con morfología XXL, inspirados en las playas acantiladas de las islas del Mediterráneo y terminados a mano. Ideales para crear ambientes chill out.
Recuperando la belleza de las piedras, Leandro de Angelo y Maia Lauferman partieron de la piedra Verde Gaia, de Canteras del Mundo, para empezar a darle color a su cocina y comedor diario. Combinado con el rosa, el verde forma un ambiente liviano, alegre. Incluso, dejaron lugar para una pequeña huerta orgánica
La madera también se vio en diferentes versiones, pero en piezas naturales se la utilizó como centro focal de los ambientes. Así lo hizo Pablo Pérez Raggio, que colocó en el centro de su atelier una gran tabla natural de roble sostenida por una pieza de fundición que perteneció a una imprenta. Diana Reisfeld pensó en un espacio para un escritor. Así, la arquitecta partió de un tronco para formar una mesa de doble altura.
Casi desapercibido, pero con el glam que lo caracteriza, el dorado está presente en varios de los espacios de esta FOA. Así, se lo ve en los respaldos, ultra livianos a la vista, de las sillas en la propuesta de Feller y Herc y también en la bacha Armani, by Roca, que se instaló en el toilette del atelier del ebanista. Su presencia aporta un toque de lujo, pero ya no recargado como en otros años, sino con la delicadeza de quien sabe que lo que quiere.
En los revestimientos de muros se vio a la madera dominando la escena, pero también hubo espacio para materiales que vienen siendo cada vez más usados. Así, el corcho con su textura característica y su color neutro, fue elegido para aportar calidez, a la vez que revalidar la idea de estimular los sentidos en todas las superficies. Para hablar de niños, el único espacio dedicado plenamente a ellos es el de Coty Larguía, que se inspira en el racionalismo del edificio para alimentar una estética que invita a jugar. Se trata de un cuarto pensado para dos hermanos ya en diferentes etapas de la infancia, y cómo generar una convivencia en la que las necesidades de ambos sean contempladas y resueltas. Así, distintas alturas y una estética que por sus formas simples se adapta a edades diversas es la solución para aprovechar al máximo los metros. Por otra parte, el diseñador Cesar Stivaletta propone una unidad de vivienda que se vincula con la terraza. La pérgola exterior entra al gran living y lo interviene para convertirse en protagonista, armonizando el exterior con el interior y generando un espacio in out.
Por último, los espacios de paisajismo sorprendieron por sus grandes dimensiones. Mora Kestelman apela a la imagen de una mujer y a formas envolventes. Con la invitación a recorrerla, esta instalación combina zonas de relax con la posibilidad de disfrutar de las bondades del agua. Al mismo tiempo, Tomás Nadares Baglieto, con humor, incorpora esculturas, formando un espacio lúdico y divertido. También a los animales, en este caso ciervos, recurren Eva y Martín Gómez Soto para hablar sobre el cuidado del medio ambiente y los peligros que el planeta atraviesa hoy.
Un año más en el que Casa FOA no solo se focaliza en el diseño, sino que acompaña los movimientos que los consumidores vienen generando.
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