Quién es Matías Palacios, la joya que San Lorenzo blindó en 20 millones de dólares
Mientras trata de encaminar su rumbo futbolístico, San Lorenzo también piensa a futuro, en los talentos de su cantera. Matías Damián Palacios, el juvenil de 16 años que fue el más joven en debutar en la primera del club, es uno de ellos. El chico, que viene con un crecimiento exponencial, ya es mirado de reojo desde Europa y en el Ciclón decidieron blindarlo. Así, el contrato firmado se extendió hasta el 30 de junio de 2022 y se fijó una cláusula de rescisión que asciende hasta los 20 millones de dólares limpios para la entidad de Boedo.
Fina estampa, potrero, pelota pegada al pie. Cabeza siempre levantada. Palacios, nacido el 10 de mayo de 2002 en General Pico, La Pampa, promete. Y respira fútbol desde la cuna: su papá -volante creativo- jugó tres años en Estudiantes de La Plata; en sus pagos, su mamá despunta el vicio con la número 5; y su hermano Julián, de 20 años, también es futbolista del Ciclón. Cuestión genética, dicen.
"Tenemos una altísima valoración de Matías desde todo punto de vista, en lo profesional y humano. Es una de las grandes promesas de San Lorenzo", explicó Matías Lammens, presidente del club, a LA NACION.
[R][R] ¡Joya blindada![R] Matías Palacios extendió su contrato con #SanLorenzo hasta el 30 de junio de 2022. Se fijó la cláusula de rescisión por su pase en USD 20.000.000 netos para el clubMás info acá [R] https://t.co/8vqZRzAbsP#VamosCiclón [R][R][R] pic.twitter.com/jwMuFCsaLw&— San Lorenzo (@SanLorenzo) 29 de abril de 2019
Palacios arribó a la pensión azulgrana a los 13 años. Al principio lloró, sufrió. Extrañaba su casa, su gente. Alguna vez pensó en volverse a su tierra. Aguantó, como tantos otros chicos con la mochila repleta de sueños, porque ama este deporte. Actualmente su día a día se compone de los entrenamientos matutinos, almuerzos, de vez en cuando alguna siesta y por la tarde el colegio. "Las clases nos despejan, así no estamos pensando todo el tiempo en el fútbol, en la pensión o en ir al gimnasio. Ayuda muchísimo. Yo voy a cursar con varios chicos del club. A veces algunos compañeros que son de afuera nos piden alguna foto", contó con una sonrisa en el programa Mundo Azulgrana TV (FWTV).
Curiosamente, cuando Palacios llegó a Boedo jugaba como volante central, el clásico "5 tapón". Luego el entrenador Martín Di Diego lo colocó como enganche, la posición en la que hoy da que hablar. Tampoco le disgusta moverse por el sector izquierdo. Le gusta pisarla, le gusta pensar. Al tiempo saltó de la séptima división a reserva, donde convirtió varios goles.
En el torneo local su nombre se dio a conocer el año pasado. El mediocampista, que se entrena con el plantel superior desde junio de 2018, hizo historia al ser el jugador más joven en debutar en la primera azulgrana. El viernes 21 de septiembre, en el triunfo 3-2 sobre Patronato, Palacios saltó a la cancha a los 15 minutos del segundo tiempo en lugar de Bautista Merlini. Así, con apenas 16 años, 4 meses y 11 días, el chiquilín se metió en los libros del fútbol argentino. En su espalda se lucía el número 35. "Fue increíble, la noche anterior no dormí nada. No lo podía creer", confesó.
"Es muy considerado por nosotros, por eso debutó tan joven. Es uno de los grandes cracks que tiene San Lorenzo, y considero que después va a ser un valor muy importante para la selección argentina", agregó Lammens.
Seguidor de Juan Román Riquelme y de Andrés Iniesta, el talentoso volante no oculta su fanatismo por el ex Boca. "Es mi ídolo. Me gusta todo, cómo declara, cuando agarraba la pelota, todo", remarcó. Inclusive, confiesa que suele quedarse mirando las entrevistas televisivas que brinda Román, aunque duren 10 minutos o una hora y media. Admirador de los clásicos enganches, también miraba a Leandro Romagnoli, el referente de la casa. "Es el más grande de San Lorenzo", apunta. "A veces voy a comer con Pipi, siempre me ayuda y me brinda consejos", añade. En una ocasión Palacios también se cruzó con Lionel Messi, otro de sus ídolos, a quien le dio un beso y un abrazo.
Por otra parte, Palacios ya dio sus primeros pasos con la camiseta albiceleste. Es una de las debilidades del entrenador Pablo Aimar. Un mimado. Primero brilló en el Sudamericano Sub 15 de 2017, donde fue campeón y figura. De su cabeza nunca saldrá aquella final vibrante en San Juan, en la que los chicos dirigidos por Diego Placente exhibieron una prueba de temple y revirtieron un 2-0 nada menos que en el clásico frente a Brasil. Palacios, claro, convirtió uno de los tantos.
Luego, el año pasado, el pampeano fue convocado por Lionel Scaloni para el tradicional torneo de L’Alcúdia, otro lugar donde levantó la copa con el combinado Sub 20. "Tiene cosas de Román y ojalá que siga por ese camino", expresó Aimar, que fiel a su metodología de trabajo prefiere llevarlo de a poco. Cuidadosos, en San Lorenzo tratan de ir por el mismo camino.
La primera vez que Palacios tuvo enfrente a Aimar no lo dudó: le pidió una foto y le dio un abrazo. El pibe considera que es un ídolo del fútbol argentino y merece respeto. Si bien no llegó a ver al Payasito en su época de esplendor en las canchas, YouTube resultó un aliado para entender cómo jugaba al fútbol quien hoy es su entrenador en el seleccionado. "Pablo y Diego Placente nos hacen crecer muchísimo como personas", dice.
En el último Sudamericano Sub 17 de Perú Palacios fue una de las piezas claves en el engranaje del equipo campeón. Siempre se animó a jugar, regaló dos asistencias y marcó tres goles, uno de ellos a Brasil con un zapatazo desde afuera del área grande. El enganche jugó los nueve partidos del torneo, siete de ellos como titular, y junto con Matías Godoy fue el máximo artillero albiceleste. En la mayoría de los compromisos, Palacios aportó su sello distintivo. "Vivimos momentos inolvidables", dice.
Desafiante, el pibe que hace poco se mudó a un departamento con su hermano nunca se esconde en el terreno de juego. "Contra Perú y Chile me fueron a pegar y me gusta porque me agranda", aseguró. "Siempre intento jugar de la misma manera, en San Lorenzo y en la Selección", dice. Confiesa que los entrenadores del Sub 17 los retan cuando se fastidian por una derrota o por algún error puntual. "Nos dicen que tenemos que disfrutar y nada más". En el horizonte, ahora, aparecerá el Mundial de la categoría en Brasil. Pero ya habrá tiempo para enfocarse en eso.
Después de la consagración en Perú con el Sub 17, Palacios aprovechó un puñado de días libres para visitar a su familia en La Pampa. Quería caminar nuevamente sus calles. De paso, recibió un mimo en su casa, General Pico: allí recibió una plaqueta y la resolución de ciudadano destacado. "Gracias por todo lo que hacés y por lo que has hecho. Ponés tus condiciones no sólo para disfrutarlo vos, sino para que también lo hagan los piquenses, pampeanos y argentinos", le dijo Juan José Rainone, el intendente local.
Palacios, una de las perlas del fútbol argentino, ya es espiado desde Europa. Este año los rumores llegaron desde Italia, España y Alemania. Y se profundizaron tras el título con el Sub 17. Por ahora, en San Lorenzo quieren disfrutarlo. Y le pusieron precio: si alguien quiere tenerlo en sus filas, tendrá que desembolsar al menos 20 millones de dólares.
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