Mundial de rugby. Ledesma trata de cicatrizar las heridas de los Pumas
OSAKA, Japón.– El Kintsugi es un arte japonés de mediados del siglo XV que consiste en reparar piezas de cerámica rotas utilizando un esmalte especial espolvoreado con oro, plata o platino. A Mario Ledesma le espera algo parecido en esta tierra: recomponer los pedazos que se rompieron en la caída ante Francia, en el debut en el Mundial de Japón. El entrenador de los Pumas empezó por él mismo: admitió, a la llegada a Osaka, que se equivocó al decir que a la Argentina la arbitraron como si fuese un país chico. "Dije cosas que no quería decir. Pido disculpas si herí los valores del rugby. No va con lo que me enseñaron mi familia, mi club y mis afectos", señaló en una conferencia de prensa realizada a su pedido. Ahora viene lo otro: intentar que la angustia de la derrota sane y que el encuentro con Tonga sea otra posibilidad para mejorar el juego y seguir en carrera para después intentar lo más complicado: ganarle a Inglaterra.
"No quiero hacer un drama, pero me lastima todo lo que se dijo, sobre todo que yo no tengo autocrítica, cuando muchos me dicen que tengo bastante. Este equipo se propuso no poner excusas y reitero que perdimos por problemas propios y no por otra cosa. No dudo para nada de la honestidad de los árbitros, no hay complots, a nosotros siempre nos dijeron que el referí tiene razón; a Angus (Gardner, el australiano que dirigió el sábado) lo tuve dos años en la mesa de al lado (cuando Ledesma integraba el staff de los Wallabies) y sé que nunca haría algo para perjudicar a un equipo, pero bueno, te agarran en caliente dos minutos después de que terminó el partido, pensás todo el esfuerzo que hicieron estos chicos durante estos dos años y no medís lo que decís. Tampoco me quejo por eso: son las reglas de juego", afirmó Ledesma, que reconoció en ese momento que había dicho algo inconveniente. "Me quería morder la lengua ahí mismo".
La UAR presentó un descargo ante la World Rugby, pero se sabe que generalmente eso queda en una formalidad.
–¿Cuál es el ánimo del plantel después de la derrota?
–Hoy hablamos cuando llegamos y revisamos todo lo que escribimos en este tiempo. L os jugadores escribieron sus objetivos y están guardados todos en una caja. Ahí dicen que quieren ser el mejor en su puesto, que quieren ser campeones del mundo. Bueno, todo está vivo. Sigue, no se terminó. Ahora, si a la primera de cambio aflojan es porque no tienen nada que hacer acá. Se habló y se habló del partido con Francia, que sí era importante, claro, pero no era el único. El tema de la final lo instaló más el periodismo. Y si uno sin experiencia escucha o lee que esto es una final, por ahí se la cree y se frustra si pierde, pero, insisto, vamos para ganar los 3 partidos que nos quedan.
–Los jugadores y el staff hablaron durante todo este tiempo del partido, que lo venían soñando desde que salió el sorteo. ¿Qué fue lo que falló?
–No lo podría explicar. Si tuviese la respuesta no perdemos ese partido. Sí está claro que fallamos en la defensa, que nos desacomodamos en 10 minutos que ellos nos marcaron dos tries y que ahí se nos fue el partido. ¿Si me quedo con los últimos 40 minutos? Y no sé, creo que tampoco, aunque aplico lo que dice un amigo: "Si lo hiciste una vez bien, lo podés hacer cien veces bien". Bueno, tiene que ser por ahí.
–Viste Inglaterra-Tonga, que son los dos próximos rivales. ¿Qué te sorprendió?
–De Tonga me sorprendió el scrum. Pensé que Inglaterra lo iba a superar claramente y no ocurrió. También creí que le iba a ganar más fácil, y recién le anotó el bonus en el final. Imaginé que por ahí se daba una goleada como la que tuvieron contra los All Blacks, pero fue otra cosa. Después hay cosas que mantienen, como la potencia física.
–¿Inglaterra?
–No sorprende, hace todo bien. Son esos equipos, como los All Blacks, que son previsibles. O sea, vos sabés que van a hacer eso y hacés todo para evitárselo, pero te lo hacen igual, porque todo lo ejecutan bien. Cuando asumió Eddie Jones dijo que quería un seleccionado bien inglés: con obtención, defensa, buen juego con el pie y extremadamente duro. Y así es Inglaterra. Tiene a un tipo como Tuilagi que te hace un try a la carrera con cuatro tonganos encima. O a un Vunipola que también.
–Parece imposible ganarle.
–Si fuese así, no estaría acá. No te voy a decir cómo pensamos jugarle, pero hoy con defensas tan altas, con 13 que van bien arriba, quedan espacios que hay que aprovecharlos, por ejemplo, con el buen uso del pie.
–¿Están los 31 disponibles para el sábado?
–Sí. Sólo Kremer tiene un golpe en el ojo.
–¿El resultado con Francia cambia la idea que había para los 23 que estarán contra Tonga?
–Lo que puede pasar es que alguno que entró haya levantado la mano para estar.
Los Pumas quedaron alojados en el espectacular New Otani Hotel, de 18 pisos, enclavado en una de las zonas comerciales de esta ciudad, la tercera en importancia de Japón después de Tokio y Yokohama. El plantel retornará hoy a los entrenamientos y ahí se empezará a definir cuáles son los 15 que enfrentarán a los isleños. Benjamín Urdapilleta, Santiago Carreras y Bautista Delguy podrían estar entre los titulares, aunque aún no existen certezas. Es probable que además haya descanso en la primera línea.
La derrota con Francia dejó a los Pumas en zona de riesgo. En estos tres partidos que restan para intentar la clasificación hay en juego años de entrenamientos, viajes, jetlags. De Tokio quedaron pedazos de juego y de ánimo que habrá reparar en estos días en Osaka. Será primordial encerrarse y no dejar entrar ningún murmullo. Tampoco futuros problemas. Mantener la energía. Por eso, Ledesma empezó por él.
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