Cuenta regresiva: cómo están River y Boca a una semana de la primera semifinal de Copa Libertadores
River y Boca todavía deberán jugar una fecha de la Superliga antes de verse las caras por la primera semifinal de la Copa Libertadores, que se disputará el Martes 1° de Octubre en el Monumental, pero ya empiezan a jugar su partido, cada uno a su manera, desde la planificación de la semana, la recuperación de los lesionados, los estados de ánimo y las estrategias de los entrenadores. ¿Cómo están ambos equipos a siete días del choque de ida? Una radiografía de ambos definida en cinco puntos.
River: la línea de juego le da confianza, aunque la sequía de los delanteros...
1) El factor anímico. Pese a la derrota con Vélez 1-2, en el estadio Monumental, que lo dejó a seis puntos del líder Boca, en las fibras íntimas del plantel hay tranquilidad, buen ánimo y mucha confianza por el buen trabajo que consideran que viene haciendo el equipo durante el semestre. Más allá de un arranque irregular con cuatro empates en fila que dejaron algunos interrogantes, River ha logrado enfilar el rumbo, se mantiene expectante en las tres competencias (la Superliga, la Copa Argentina y la Copa Libertadores) y los niveles individuales han potenciado el buen engranaje colectivo. Así, se respira calma antes de la semifinal, más allá de la tensión habitual antes de un partido de semejante envergadura.
2) Los puntos altos. La aceitada línea de juego, el rubro que más le aporta tranquilidad. Con cinco triunfos, seis empates y dos derrotas, más 20 goles a favor y seis en contra, los dirigidos por Marcelo Gallardo se pueden amparar en los números para confiar que podrán mantener los tres frentes abiertos, pero también pueden hacerlo en base al rendimiento: por momentos, River ha demostrado una amplia superioridad sobre los rivales, siempre busca ser protagonista y no negocia ni la idea ni la intensidad. La estructura se mantiene pese al paso del tiempo y la forma de jugar no varía, con tenencia de pelota, presión alta, desmarques constantes, posiciones alternadas sin referencias, laterales con proyección y toques de primera para conectar líneas y avanzar a pura velocidad. Eso incluso lo mantiene más allá del cambio de nombres.
3) Los puntos bajos. La escasa efectividad de sus delanteros y las desatenciones defensivas, en el debe. De los 20 goles que logró en el semestre, 15 fueron ante Lanús (3-0), Racing (6-1), Cerro Porteño (2-0) y Huracán (4-0). Así, en los nueve partidos restantes, solo marcó cinco y en cuatro de ellos terminó sin convertir. En parte, eso se explica por la sequía de los delanteros, que llevan seis partidos sin goles: Borré (4), Suárez (3) y Scocco (1) solo lograron el 40% de las anotaciones, mientras que Pratto todavía no marcó. Por otro lado, las desatenciones defensivas son otro punto a corregir, con diferentes situaciones inestables que han encendido algunas alarmas, tanto en el retroceso como en la marca y la pelota parada.
4) Los lesionados, un tema sensible. Sin contar a Enzo Pérez, quien padece una contractura en el isquiotibial izquierdo y llegaría sin problemas al superclásico, hoy son seis los futbolistas que integran el parte médico. De ellos, dos recibirán el alta en los próximos días: Juanfer Quintero, tras la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que sufrió en marzo pasado, y Leonardo Ponzio, luego de la tendinopatía de aductor derecho por la que no juega hace dos meses. Por otro lado, se evaluará diariamente a Pratto (lesión muscular en el isquiotibial izquierdo) y a De La Cruz (distensión en el psoas derecho) para saber si podrán estar ante Boca. Mientras tanto, Ferreira (esguince de rodilla derecha) y Lux (fisura en radio izquierdo) están descartados para el primer juego.
5) La próxima fecha, con mayoría de suplentes. El sábado que viene, a las 17.45, River visitará a Gimnasia y Esgrima La Plata en el Bosque platense y la decisión del entrenador está tomada hace tiempo: luego de utilizar titulares en los tres partidos de los últimos ocho días de Superliga y Copa Argentina, ante el Lobo apostará por el recambio absoluto para cuidar resto físico de cara al martes 1° de octubre. Con varios jugadores entre algodones, y un plantel que viene sufriendo un duro desgaste del calendario, serán días esenciales para recuperar piernas y focalizar la cabeza en Boca. Pero, al mismo tiempo, y pese a utilizar un equipo alternativo, también será clave sacar un buen resultado frente al equipo de Diego Maradona para no perder demasiado terreno en el ámbito local.ß
Boca: una defensa que gana seguridad, aunque al equipo no le sobra gol...
1) El factor anímico. La cuenta regresiva de Boca comenzó de la mejor manera. A siete días de la primera semifinal con River, el equipo de Gustavo Alfaro disfruta de un contexto ideal. El único puntero de la Superliga cerró confiado un fin de semana que se anticipaba como peligroso: un tropiezo frente a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro hubiera alterado la paz en la que intenta transitar el club estos días. El 2-0 sumó tranquilidad y todo indica que así continuará el clima por la entidad de la Ribera, en donde no están previstos banderazos, entrevistas, conferencias de prensa, ni entrenamientos a puertas abiertas. Incluso es casi un hecho que, después del compromiso del sábado en la Bombonera, frente a Newell’s, el plantel quedará concentrado en el complejo de Ezeiza.
2) Los puntos altos. Aún cuando se le cuestiona su poco brillo, Boca cuenta con una fortaleza defensiva envidiable. Construida sobre la solidez de Esteban Andrada, que atraviesa un gran momento personal. Con su buen sentido de la ubicación y lectura del juego simplifica acciones de peligro. Los números son elocuentes: en los 12 partidos disputados en lo que va del semestre, apenas recibió un gol (Almagro, por los octavos de final de la Copa Argentina), la noche en la que el arquero fue Marcos Díaz.
También se destacan las incorporaciones de Alexis Mac Allister y de Salvio, dos hombres que se adaptaron muy rápido al equipo, que no les pesa la historia ni el contexto y que a fuerza de buenas actuaciones se ganaron rápido un lugar entre los habituales titulares. También es una pieza clave Lisandro López, que ordena la línea defensiva y aporta goles (lleva cinco desde que llegó al club).
3) Los puntos bajos. A Boca no le sobra gol. Marca lo justo y necesario para asegurarse el triunfo. No está mal, pero puede ser un llamado de atención si en algún momento su arco es vulnerado. Anotó 15 goles en 12 juegos (incluidos tres empates 0-0), lo que significa un promedio de 1,25 por partido. En este lapso, apenas una vez marcó de a tres. Fue frente a Liga de Quito, en Ecuador (3-0), en su mejor actuación del semestre.
También debe estar alerta en lo defensivo. No recibir goles no siempre es sinónimo de defender bien. De hecho, la pasó mal frente a Banfield (dos tiros en los palos) y River. Entre los dos le generaron 15 situaciones de gol y le patearon 40 veces al arco que cuida Andrada.
Incluso, el hecho de no ir a buscar la pelota al fondo de su arco genera interrogantes sin respuesta: ¿Qué tan preparado está Boca para remontar un escenario adverso? ¿Qué tan fuerte está esa mandíbula que en 2018 por momentos parecía de cristal, y que al primer golpe se derrumbaba?
4) Recupera lesionados. Eduardo Salvio y Mauro Zárate ya se entrenan a la par del grupo (incluso el primero ingresó ante el Ciclón). El foco pasa por la evolución de Ramón Ábila. Entre las tres bajas, Boca perdió 25 goles de la era Alfaro. Eso, más la ineficacia de sus reemplazantes, fueron una alarma que sonó con fuerza en los últimos partidos del equipo.
Ayer Wanchope, que el 28 de agosto pasado, en el desquite con Liga de Quito, había sufrido el desprendimiento parcial del músculo aductor de su pierna derecha, trabajó a la par del grupo. Si completa la semana sin inconvenientes, es un hecho que será titular en el Monumental, e incluso podría sumar algunos minutos el sábado, ante Newell’s. Todo también dependerá de la estrategia que prepare Alfaro para ese primer chico.
5) Cómo encarará la próxima fecha. El calendario de la Superliga indica que este sábado, desde las 20, Boca recibirá a Newell’s. Se descuenta que la mayoría de los que jueguen ese partido no serán titulares el martes próximo en Núñez. Incluso, a raíz de la molestia en el aductor izquierdo que sufrió frente a San Lorenzo, es probable que Andrada tampoco forme parte de ese encuentro. Pero al mismo tiempo, el equipo tendrá que estar a la altura para continuar por la vereda del triunfo y afianzarse en lo más alto de la tabla.
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