Islandia. La increíble laguna termal que están construyendo para 2021
Islandia, uno de los países que sigue sorprendiendo con sus paisajes de hielo y fuego está construyendo una nueva laguna termal frente al mar. Ubicada en el puerto de Kársnes, a pocos minutos Reikiavik, la capital. En Sky Lagoon, como se llama el emprendimiento, se podrá disfrutar de amplias vistas del océano salpicadas por impresionantes puestas de sol, auroras boreales y vistas del cielo oscuro.
El diseño de la laguna se inspira en los paisajes típicos de Islandia. Su borde infinito sin obstrucciones de 70 metros producirá un efecto visual que se mezclará con el paisaje oceánico. Los elementos de diseño están influenciados por la cultura islandesa, como las casas recubiertas de césped del país nórdico.
Sky Lagoon contará con un diseño de borde infinito junto al océano, además de experiencias de sauna y piscina fría.
Se espera que esta laguna se inaugura en la primavera de 2021.
Esta nueva laguna se suma a las decenas que hay salpicadas por la isla, que tiene la particularidad que el agua caliente llega de manera natural a las casas. Toda el agua es geotérmica. Relajarse en aguas termales naturales es parte de la cultura islandesa, uno de los paseos preferidos por locales y visitantes.
La Blue Lagoon es la fuente termal más conocida en Islandia, con aguas de color azul lechoso y una temperatura perfecta de 38-39°C. El agua es completamente natural y está llena de minerales ricos como sílice y algas, propiedades relajantes y curativas.
Islandia frente al coronavirus
Islandia ya reactivó la actividad turística y los visitantes pueden ingresar en su territorio. La condición es realizarse en el aeropuerto un test para detectar Covid-19, que se ofrece gratis durante junio. Desde julio, los visitantes deberán abonar 100 euros por la prueba o hacer 14 días de cuarentena.
Aunque la medida se evaluará cada dos semanas, el plan de las autoridades es mantener las pruebas a viajeros hasta finales de año, según anunció hace unos días la primera ministra, Katrín Jakobsdóttir. Un nuevo gasto que se asoma en el presupuesto de los viajeros.
LA NACION